Jesús, el Cristo
El altísimo se había compadecido.
El cosmos se predispuso.
Una gran luz, para que, en un nuevo amanecer en los tres planos de existencia: espiritual, mental y física, alumbre un nuevo camino.
Un ser que había superado la etapa búdica, el nirvana y el eterno gozo,
uniría el cielo y la tierra, para que el plan divino se realice tal como había
sido dispuesto desde el comienzo de los tiempos: dentro de un profundo amor.
Era un espíritu viejo que durante muchas encarnaciones gano el título de
ser un ser humano realizado, el ya no tenía que estar en este mundo para su
trascendental vida en el camino de una evolución.
La estrella brillaba con gran intensidad, el anciano de los días, desde su
recinto en el desierto de Gopi, la legendaria Shamballa.
Meditaba y veía a esta gran Luz que volvía a nacer.
Meditaba y veía a esta gran Luz que volvía a nacer.
Los grandes Kumaras irradiaban sus bendiciones al mundo.
En la india los grandes Bramanes en sus templos observaban este hecho
maravilloso, los sabios Richis se llenaban de gozo al saber que el amor
universal estaba próximo a nacer.
Jesús, El Cristo, volvió a nacer como un Budhi Sadva.
Aquel que espera hasta que el último ser humano cruce el puente y deje sus apegos terrenales.
Aquel que espera hasta que el último ser humano cruce el puente y deje sus apegos terrenales.
Tendría que nacer, ya no como un gran guerrero o un gran Rey, nacería en lo más humilde de una familia, en un lugar donde el mensaje seria difundido y expandido al mundo entero.
Tendría las condiciones de representar la esencia de lo más divino, el amor universal.
Tres grandes maestros, salieron a conocerlo primero, fue un largo viaje que
duró dos años.
Estos grandes Maestros que son recordados por la historia como los tres Reyes Magos, trajeron consigo los elementos necesarios que ayudarían a este gran espíritu a recordar.
Cerca de Qumran se habían reunido los Maestros de la Fraternidad de los
Esenios.
Su asamblea era de estricto secreto, ellos serían los maestros que estarían cerca de este gran espíritu, en su nacimiento y en el transcurso de su vida, algunos de sus discípulos de amor universal fueron de esta fraternidad.
Ellos estarían secretamente a cargo del cuidado y educación.
Fuente. http://wp.me/s5RUdl-168157
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