NICOLÁS
FLAMEL: El Fuego Ígneo Cuadernos de abril 2016: Crónicas de la Ascensión
Crónicas de los Melchisédech: El Masculino sagrado
Soy Nicolás Flamel.
Muy queridos hermanos y hermanas, intervengo ante vosotros a petición del
Comendador, como Melchisédech del Fuego Ígneo. Os presento todo mi Amor.
... Silencio…
Vengo a expresarme, a fin de daros los elementos de la alquimia que se vive en
vosotros, en este momento mismo. Los términos que voy a utilizar son
voluntariamente muy generales, a fin de que toquéis del dedo y del Espíritu, el
significado real de vuestras vivencias.
Muchos elementos ya han sido comunicados respeto a este período, que se vive y
que vivís en este momento. Que lo llaméis Resurrección, Ascensión o Liberación,
voy a restituir esto a través de los mecanismos de transmutación alquímica que
se viven, a nivel de vuestra conciencia, y la totalidad de vuestro cuerpo, en
este momento mismo. Que tengáis la percepción o no, que veáis la evidencia o
no, las palabras que voy a poner, corresponden exactamente al encuentro de dos
elementos en presencia, de los cuales uno debe transmutar al otro, a fin de
dejar aparecer lo que llamare un tercer término.
En alquimia, o química de AL, que es la química del fuego, hay siempre un
crisol o un receptáculo, hay unas materias primas, hay catalizadores, hay
diferentes obras que se producen en esta alquimia, y hay finalmente un
resultado final. Todo proceso de la Vida, aquí como en otras partes, pasa por
unos procesos de transformación, procesos de expansión o de contracción, de
alternación. Incluso si esto es llevado al extremo en el seno de este mundo, a
causa de las condiciones históricas que fueron explicadas hace tiempo, hay
siempre el mismo engranaje y mismo mecanismo de esta química del fuego.
El Fuego del que os voy hablar no es el fuego por fricción o el fuego vital, ni
incluso el Fuego vibral, sino más bien el Fuego del Espíritu o Fuego del Amor,
que no depende solamente del Fuego vibral. El encuentro de lo efímero y del
Eterno, su superposición y su yuxtaposición, se acompaña de la desaparición,
por este Fuego Ígneo, de lo que no es eterno, duradero y permanente. Esta
transmutación, esta transubstanciación más precisamente, que nuestro Comendador
llamo la oruga y la mariposa, esta Ascensión, esta Liberación, corresponde a
unos mecanismos que ocurren en lo más íntimo de vuestro ser de carne. El punto
de equilibrio ha sido llamado el Corazón del Corazón. Es el que enciende esta
fusión y que finaliza la transmutación alquímica.
El encuentro del fuego vital y del Fuego vibral, también ha sido largamente
explicado. Durante todos estos años, bien antes de las Bodas Celestiales, desde
el principio de las primeras efusiones del Espíritu Santo, hace más de treinta
años, hubo unos encuentros sucesivos y una amplificación de la manifestación,
tanto del fuego vital como del Fuego vibral. El Fuego vibral conduce él-mismo
al Fuego Ígneo, es decir a la combustión perpetua del Amor sin cesar, renovado
y regenerado sin fin, del Fuego del Amor, de la vida del Amor.
Esta transmutación se acompaña de un cierto número de modificaciones. Muchas de
ellas ya han sido reveladas: el paso de dos hebras a doce hebras del ADN, la
transformación del carbono en silicio. El resultado final, cualesquiera que
sean vuestras experiencias en el seno del cuerpo de Êtreté en los espacios
multi-dimensionales, como en los encuentros en la naturaleza, son sólo unas
aproximaciones, unas pizcas de esta finalidad.
El Fuego del Espíritu comenzará su apogeo justo después la visibilidad de
Hercólubus, muchos de entre vosotros sienten a la vez las manifestaciones y los
efectos de modo parcelado. La finalidad no es el Oro alquímico, sino la
Resurrección.
Esta Resurrección se acompaña, como lo vivís ahí también de modo fragmentado,
por unas desapariciones, reapariciones y deslocalizaciones de vuestra
conciencia y diversos signos corporales, energéticos y vibratorios, que también
fueron ampliamente descritos. También hemos hecho referencia a la estructura
del cuerpo de Êtreté en sus generalidades, que esto sea a través de las
Puertas, a través de la constitución del cuerpo de Eternidad; los vivieron, los
leyeron y habéis oído hablar.
La alquimia entre vuestra parte efímera y vuestra parte eterna pone fin, como
lo sabéis, al sufrimiento, a la ilusión de este mundo y al encierro. Voy a
intentar acercarme lo más justo y lo más cerca posible a estos mecanismos que
se celebran en vosotros. Pasasteis durante estos años, para muchos de entre
vosotros, las diferentes Obras alquímicas tales como han sido descritas, por
los Arcángeles, por los Ancianos - por Sri Aurobindo - y por las Estrellas
también.
Conocéis lo que ha sido llamado el Espíritu del Sol, el Coro de los Ángeles, el
Verbo Creador, la Co-creación consciente, el Femenino sagrado y más
recientemente el Masculino sagrado. Todos estos elementos son en cierto modo la
materia prima que permite a la alquimia de la Luz y del Fuego Ígneo de realizar
la finalidad de la Obra. Hasta ahora, la Obra necesitaba de vuestra parte una
forma de atención, de trabajo, de alineación. La etapa final de la que hablo no
necesita, ni de vosotros, ni de lo que sea, es un proceso natural en cuanto los
elementos necesarios se encuentran en presencia, unos con otros.
Cuando lo efímero encuentra el Eterno, el Eterno transmuta lo efímero, pero
esta transmutación no deja, en el momento de su combustión final, ningún
residuo. En vuestro caso, sobre la tierra, esto quiere decir que todo lo que
constituyó la historia y las experiencias en el encierro, no puede dejar ningún
rastro, y sirve en cierto modo de soporte a la actualización de vuestro cuerpo
de Eternidad, de vuestra Supra-conciencia, como de la Infinita Presencia y del
Absoluto.
Esta etapa particular - que comenzó para algunos ya en 2012, de vuestro tiempo
terrestre, y que acabó a principio de este año, y que continúa para otros -, se
traduce por un cierto número de elementos que aparecen poco a poco o
brutalmente, en vuestra conciencia. Esto os ha sido revelado y explicado
durante estas Crónicas de los Melchisédech.
Como tal vez lo sabéis, la fase final acabará algunos meses después de la
Llamada de María, por lo menos a nivel colectivo. Pero os puedo dar ahora unos
elementos de referencia, elementos que podrán tal vez, en un momento dado,
serviros, y de permitiros soltar totalmente lo que erais y lo que sois todavía,
para afinar y terminar esta transformación.
El encuentro del fuego vital y del Fuego vibral tuvo un cierto número de
consecuencias, tanto a nivel del alma como a nivel de vuestras percepciones,
que de la activación de los circuitos de eternidad en vuestro cuerpo de
Eternidad, re-sintetizándose o re-manifestándose desde el Sol en vosotros.
Queda no obstante a consumir lo que llamaré el principio vital, o fuego vital.
Éste debe apagarse totalmente, para dejar lugar a la totalidad del Fuego Ígneo.
El encuentro de estos dos fuegos y las diferentes etapas de la Obra alquímica
que se han realizado, os dieron a vivir, a sentir, la activación de los
diferentes puntos de contacto y de encuentro ilustrados por las Puertas. Para
los que percibieron la activación, observáis hoy que el conjunto de las
Puertas, si puedo decir, funciona, es decir que deja pasar el Fuego vibral. Es
así como la alquimia del Fuego vibral dará origen, en cada parcela de vuestro cuerpo,
en cada constituyente de vuestro cuerpo, al Fuego Ígneo.
Este Fuego Ígneo podría corresponder a lo que llamamos, en este mundo, el
último estertor, el momento de la muerte. Así como sabéis y como numerosos
escritos lo propusieron en todas las tradiciones, el modo de morir condiciona a
la vez el modo de vuestra salida, y hasta ahora el modo de volver, o no, en el
seno de la encarnación. Hoy, las cosas son profundamente diferentes, porque
esta muerte no se acompañará de ningún renacimiento en el seno de un mundo,
llamado carbonado disociado. Hay pues los mismos síntomas que la muerte: la
disminución de la velocidad y la detención de las funciones vitales,
normalmente que se acompañan de una desaparición transitoria de la conciencia,
en todo caso en el momento del Cruce. Las condiciones son diferentes porque
esta vez no tendréis que volver a renacer, se hicieron vivos antes incluso de
morir. Hay pues un elemento que continúa, si puedo decir, y que sobrevive. Este
elemento que surge y que sobrevive no tiene nada que ver con el fuego vital, y
pues con la historia de vuestra persona como con la memoria de todas vuestras
encarnaciones en este mundo.
Se ha hecho también referencia a lo que se ha llamado el Juramento y la
Promesa, al regreso de vuestra Eternidad y de la conciencia Eterna. Toda
conciencia en manifestación se apoya sobre una forma, esto lo sabéis también,
cualquiera que sea esta forma. En otros mundos unificados, ninguna forma es
separada y encerrada en esta forma. Esto quiere decir que las formas no están
fijas, y pueden compenetrarse, atravesarse y compartir.
Estas formas sutiles llamadas cuerpo de Êtreté, cualquiera que sea la forma
manifestada según las dimensiones, según los linajes y según el origen estelar,
es vuestro vehículo de Eternidad. El Absoluto no está concernido por ningún
cuerpo, ni por el cuerpo efímero, ni por el cuerpo Eterno, os recuerdo que en
el momento del Juramento y de la Promesa, y de la Llamada de María, estaréis
frente a frente. Vosotros-mismos frente a vosotros-mismos.
No en lo que conocéis como persona, como historia, ni de la persona en el seno
del fuego vital de la vida en este mundo, ni incluso en lo que se manifiesta, y
que algunos ya emplearon como vehículo, es decir el cuerpo de Êtreté. Hay un
tránsito por lo que se puede llamar el punto cero, es decir cuando el
equilibrio se obtiene, donde lo que está muerto aún no se ha disipado, y lo que
aún no está vivo, esta simplemente aflorando.
En esta etapa final de la alquimia, seréis conducidos automáticamente a vivir
todo lo que los Ancianos antes de mí os dijeron concerniendo en palabras muy
humanas, porque no hay mejor modo que de tratar de haceros aprehender, sino que
son difícilmente traducibles por palabras, lo mismo que el Absoluto no puede
ser descrito, sólo puede ser evocado o ser traducido por la impulsión del Amor,
de la Luz y de la Verdad.
Según vuestro punto de vista cuando esto se producirá, y cualquiera que sea
vuestro punto de vista previo, el proceso permanecerá idéntico, en el momento
del tiempo cero, cualquiera que sea vuestro devenir. Este proceso va a
corresponder a una desaparición consciente de la historia, de la identidad, de
la percepción misma de todo lo que proviene del cuerpo, reemplazado por un
ballet de los arquetipos elementales llamados tanto Hayot Ha Kodesh como
Elementos, que Jinetes, desembocando como sabéis en el Éter. No el Éter
rarificado de la Tierra, sino el Éter pleno e íntegro de toda manifestación
libren de la conciencia, de la Fuente como del Absoluto.
Los mecanismos y los síntomas que os han sido descritos por algunos Ancianos
durante estas Crónicas, evocaron un cierto número de elementos y de percepción
del cuerpo que incluso ocurren en este momento. En el momento de la estasis,
ninguna percepción de la historia, de vuestra identidad, de vuestro cuerpo, y
del entorno, estará presente. No quedará nada identificable o nombrable.
Quedará, en cierto modo, una conciencia cuya mejor aproximación ha sido llamada
la Infinita Presencia, o Última Presencia. Nadie sobre esta tierra podrá
oponerse a eso, resistir o manifestar cualquiera que sea su emoción. Por
supuesto, en las primeras horas y los primeros días, podrá haber unas
resistencias, manifestaciones emocionales, pero éstas se apagarán, privándoos
efectivamente de toda referencia, de toda visión, de toda presencia. Visto de
donde todavía estáis, esto podría llamarse efectivamente el vacío.
Este paso es indispensable, porque es en este tránsito que el cuerpo de Êtreté,
no sólo se ancla, si puedo decir, sobre lo antiguo, y se sirve de lo antiguo
para apoyar su presencia, disolviendo ahí mismo lo viejo, lo que está caducado
y lo que se borra, de la misma manera que un cuerpo se desagrega y de la misma
manera que la conciencia deja más o menos el cuerpo en el momento de la muerte
física habitual. La diferencia esencial, es que después de la muerte física, el
cuerpo etérico está presente durante un cierto número de días, que pueden ir
hasta cuarenta días, lo mismo para el cuerpo astral, en parte. La mayor
diferencia, es que el Fuego del Amor, el Fuego vibral, el momento llegado,
abreviara la persistencia de un cuerpo etérico y de un cuerpo astral. En este
momento concienciareis, aunque la palabra no sea totalmente la más adaptada,
que sois efectivamente el mundo, efectivamente la Luz, todo lo creado y también
lo increado. Seréis entonces el grano de arena, como se ha dicho, hasta el
conjunto de los sistemas Solares. Toda noción de límite, toda noción de
identidad, toda noción de propiedad y toda noción sensorial desaparecerá.
En este silencio total, y en esta ausencia total de referencias, puede
realizarse la Resurrección. Esta Resurrección necesita un nacimiento, que se
hará en tres días y tres noches. Por la diferencia de salida de los que se
resisten, de los encarnados y los que no se resisten, esto podrá dar una
diferencia temporal de algunas horas, de unas 24 horas en términos de tiempo
que se descuenta, antes de encontraros allí donde será vuestra asignación.
Durante este período, la alquimia de los Elementos será una alquimia arquetípica,
es decir que estaréis en contacto y os volveréis vosotros-mismos, la esencia de
los Elementos que, os lo recuerdo, para los Hayot Ha Kodesh, está más allá de
toda forma antropomórfica.
El único elemento que intervendrá en este momento puede ser llamado Evidencia y
certeza. La videncia y la certeza en cuanto abandonáis toda resistencia, toda
oposición. Las emociones se apagarán antes que la mente, entonces no podrá
haber ni miedo, ni enojo, ni tristeza, ni alegría. Sólo lo mental, el sentido de
haber sido una identidad, podrá dejar una pizca de información, viniendo a
friccionar y a friccionarse al Fuego vibral, y no dejará de inmediato emerger
el Fuego Ígneo.
En cuanto al Calor; (es la mejor palabra
que puedo dar), antes incluso de la
Llamada de María, en cuanto lo llamado las Trompetas o Canto del cielo y de la
Tierra serán audibles, sabréis que os quedan algunos días. Estos días serán
propicios al establecimiento previo de vuestra Infinita Presencia, garantía de
vuestra Última Presencia, de vuestra transición a la Eternidad, con lo más
posible de libertad para vosotros. El Calor sentido, no será solamente un calor
en el sentido térmico, sino algo que ha sido descrito en el pasado por muchos
místicos, como un fuego ardiente y devorador que os consume minuto a minuto y
que sin embargo no destruye nada, sino que resucita lo que debe resucitar.
Estos síntomas térmicos, este fuego inextinguible y devorador, se unirá no a lo
que podrías llamar sufrimiento, pero más a un estado estático que no conoce ni
límite, y que os parece, mientras que la persona está todavía aquí, crecer cada
vez más. Las formas, de las cuales la vuestra, no serán más percibidas, sólo
será percibido lo blanco de la Luz Blanca, llegando y manando sobre la pantalla
de vuestra conciencia, que no estará localizada solamente a nivel de la visión
interior, sino en cada una de vuestras células, que os parecerán entonces,
crepitar o vibrar (es la mejor palabra
que puedo encontrar).
El sonido del alma y el sonido del Espíritu serán tales que tendréis también la
impresión de volveros este canto. No estaréis atribuidos ni fijados a ningún
elemento; seréis todo esto a la vez, sin conocer el tiempo, sin conocer el
espacio, sin reconocer nada. Aceptando esto por la extinción del mental, la Obra
alquímica se finaliza. Las estructuras efímeras, al final de los tres días y
tres noches, simplemente no existirán más, para la mayoría de entre vosotros,
excepto casos particulares que han sido especificados, es decir cuando hay
necesidad de conservar ciertos recuerdos, no para vosotros, sino para su
utilidad en la liberación de los mundos en el futuro - pero esto sólo concierne
a un muy pequeño porcentaje de hermanos y hermanas despiertos que hicieron la
elección consciente.
A medida que, la no-percepción del tiempo, y que sin embargo visto del exterior
durará bien tres días y sus noches, creceréis hacia una inmensidad sin límite,
siempre más vasta, siempre más invasora y siempre más estática. La impresión de
inmensidad, sin poder tocar límites, es ciertamente la expresión, en palabras,
la más justa que se pueda encontrar.
El paso por el ojo de la aguja os hará, durante este lapso de tiempo y a priori
más bien a finales de estos tres días y tres noches, vivir efectivamente el
Cristo, no en su pasión y en su historia humana sino más bien, en su Matriz
Crística de libertad como KI-RIS-TI, Hijo Ardiente del Sol.
Todo entonces se habrá cumplido en la materia y en vuestro plano. Esto no
firma, por ello, lo sabéis, la desaparición de la Tierra de 3ª dimensión, ésta
deberá desaparecer únicamente al final de la transformación del Sol y de la
reabsorción de Mercurio en la tropósfera Solar.
Os recuerdo que Mercurio, llamado el mensajero de los dioses, es también la
inteligencia humana; ésta no tendrá ninguna utilidad. Por la unión del
Masculino sagrado y del Femenino sagrado, y del regreso a la Unidad, no
necesitaréis más de cualquiera polaridad durante estos tres días, o en todo
caso hacia el final de los tres días.
Seréis sumergidos e invisibles a este mundo, como a los demás mundos. No puede
pues existir el menor riesgo de cualquier accidente de la naturaleza que sea.
Tienen pues, y lo sabéis ya que las preguntas fueron innumerables sobre este
tema durante estos años, nada a prevenir, nada a preparar, nada de lo que haya
que protegerse.
Esta alquimia final, como os decía, muchos de entre vosotros ya viven las
primicias, que esto sea por las disoluciones o la desaparición de vuestra
conciencia, o por síntomas corporales, por arranques de Amor que no son
justificados por nada, ni por alguna circunstancia, ni por alguna voluntad, con
un calor en vuestro pecho que os hace vivir este Amor incondicional por
bocanadas, por experiencias. Incluso esto desaparecerá en este momento, a
medida que no haya posibilidad para la conciencia de expresar la
manifestación.
Después del blanco, viene el Silencio, la ausencia de color. No es más la Obra
al Negro, no es más la Obra al Blanco, es la coronación de la Obra, posterior a
la Llamada de María, posterior a las Trompetas. Está allí donde se sitúa el
encuentro efectivo con aquel que os acogerá y os restituirá vosotros-mismos, el
Cristo, o si prefieren la Matriz Crística, rodeado del Coro de los Ángeles que
volverán a partir del tercer día y tercera noche.
Después del silencio, después que la conciencia no podrá incluso llamar ni
vacío ni Absoluto el renacimiento y el alumbramiento, este renacimiento serán
realizados. Reconoceréis sin dificultad alguna, no a través de lo que habéis
vivido sobre esta tierra, no a lo que habías vivido antes de los tres días y
que sin embargo eran los signos de vuestra Libertad, y de vuestra Ascensión o
de vuestra Liberación, pero en esta nueva realidad, todo será conocido
instantáneamente. Que guardéis hasta el último momento este cuerpo de carne o
que sea consumido, no seréis preso más de este cuerpo, sino que seréis
realmente revestido, como esto ha sido escrito en el Apocalipsis de San Juan,
de vuestro cuerpo sin costura, de vuestro cuerpo de gloria, de vuestro cuerpo
de Resurrección, hasta el momento final del asa-planeta.
Entenderéis entonces, tal vez lo que vivís hoy, con las fluctuaciones, con lo
que se aclara cada vez más, con vuestras confusiones como vuestras alegrías,
será entonces en este momento que el proceso alquímico concluirá. Guarden en
alguna parte, en el seno de la persona que todavía está en este cuerpo, los
elementos y las palabras incluso que han sido pronunciados durante estas
Crónicas, porque no serán simplemente palabras, de los conceptos, así como han
sido explicados, pero unas esferas vibrales particulares correspondiendo a los
arquetipos, que no están inscritos en este mundo, sino que vienen de mundos más
allá del antropomorfismo. En este momento la evidencia será tal, de vuestra
Resurrección, que nada más de lo antiguo, excepto los casos que cité respeto a
las memorias colectivas, existirá.
Cualquiera que sea la presencia o la ausencia del cuerpo físico, el relevo por
el cuerpo de Êtreté os permitirá no obstante de guardar algunos elementos, no
de la persona, sino unos elementos vividos durante este período preparatorio y
probatorio, que remonta, os lo recuerdo, a más de treinta años, incluso si esto
se precipitó y reforzó ampliamente desde el año terrestre 2009, es decir desde
las Llaves Metatrónicas al final de las Bodas Celestiales.
Las Llaves Metatrónicas, de las que algunas os han sido nombradas, son
arquetipos. Por supuesto esto no tiene nada que ver con las notas musicales,
incluso si encuentran una pronunciación que le corresponde, porque esto ha sido
encontrado, y difundido entre comillas por primera vez, de este modo. AL, IM,
IS, OD, se harán vivas y se inscribirán con letra de fuego, esculpiendo vuestra
eternidad, vivificándola, y haciéndola entrar en manifestación entre la Llamada
de María y el final de los 132 días.
No se trata pues de una puerta del olvido, si no es el olvido de lo que es
superfluo en el seno de la Libertad - cuerpo físico como historia. No habrá
pues, propiamente hablando, de síndrome de pérdida o de duelo. Cualquiera que
sea la etapa previa antes de los tres días con respeto al Choque de la
humanidad, que estéis enojado, en la negativa, o la integración, o la
aceptación total, el resultado, como dije, será idéntico en cuanto a su
finalidad, es decir de restituiros vuestra Libertad, vuestra elección, de alma
o de Espíritu.
El proceso alquímico, este Fuego Ígneo, esculpirá en letras de fuego las Llaves
Metatrónicas. Las Puertas serán totalmente funcionales y el cuerpo de Êtreté
será vuestra nueva vestidura, vuestro nuevo vehículo, incluso si el cuerpo
físico es conservado. Estaréis en este momento realmente y concretamente,
mientras que la tierra física todavía existe, en 5ª dimensión. La Liberación, o
la Ascensión, serán entonces totales. Por supuesto, y lo sabéis, no tenéis todos
el mismo devenir después de la Llamada de María, pero el proceso que vengo de
describir concierne a todos los hermanos y hermanas, de cualquier edad que sea
y a cualquier destinación que sea después de los 132 días.
Esta alquimia se realiza en vosotros de la misma manera que un alquimista
realiza esto de modo concomitante en su crisol alquímico y en su cuerpo. La
alquimia pretende crear la piedra filosofal, la inmortalidad, ahora allí el
objetivo es usted mismo, en un lugar (si puedo hablar de lugar) donde no existen
justamente ningún espacio y ningún tiempo, y sin embargo donde nada está fijado
incluso si todo desaparece a vuestra vista y a vuestra conciencia. En este
momento comprenderéis, sin excepción alguna, por supuesto que no sois el
cuerpo, por supuesto que este mundo es una ilusión, y que no sois tampoco otra
cosa que el Amor, y otra cosa que el Único, y otra cosa que el Todo.
El Fuego Ígneo es el agente que va a forjar y moldear, si puedo decir, vuestro
cuerpo de Êtreté en función por supuesto de los diferentes elementos
constituyendo vuestros linajes elementales, así como de vuestro origen estelar.
Cualquiera que sea vuestro devenir después de estos tres días, que es diferente
para cada uno, insisto sobre esta noción de proceso que será simultáneo para
toda forma de vida sobre la tierra.
En este momento, y antes de que el sentido de ser una persona se apague
completamente, al mismo momento en que las Llaves Metatrónicas se os revelaran
en su forma primordial, constituidas de una disposición particular de
triángulos y esferas que podrían llamar de diferentes colores y de diferentes
tallas, éstas dispondrán de otro modo hasta la extinción total de toda
conciencia, haciéndoos realizar que incluso ni sois la conciencia.
Todos los elementos e ingredientes, si puedo decir, necesarios y previos, y
todo caso útil, en las primeras fases de estos tres días y tres noches, son y
continuarán siendo descritas en esta Crónica de los Melchisédech. Estos
elementos de referencia, incluso si no los retienen, incluso si no las anotó,
reaparecerán en este momento en letras de fuego.
El Fuego Ígneo es, yo diría, para cada uno de entre nosotros la chispa inicial
de Vida, lo que nuestros hermanos orientales llamaron “la gota blanca”, lo que
se traduce por la Unidad cuando se está en la carne, pero lo que va bien más
allá de la Luz Blanca como de la Luz Negra, lo que va más allá de la
Inteligencia de la Luz y de la Inteligencia Creadora.
La corona será entonces puesta sobre vuestra cabeza. Esta corona es una corona
de gloria que no es superponible, incluso si es el mismo emplazamiento que la
Corona radiante de la cabeza o el sombrero del Buda. La supra-conciencia será
entonces totalmente eficiente; nada más podrá estar encerrado, nada más podrá
entonces desaparecer concerniendo a vuestra Eternidad y vuestra Libertad.
En los momentos actuales en los que la Luz os llama a desaparecer, que esto sea
la conciencia lineal, que esto sea de vuestro cuerpo, que esto sea por la
Presencia Infinita, por la desaparición pura y simple de vuestra conciencia que
nombráis Turiya o de ensueño, será exactamente lo mismo en este momento. Existe
pues, antes de la desaparición y el aniquilamiento total de lo efímero, una
forma de toma de conciencia que servirá de estructura a la desaparición de la
conciencia de ella-misma.
Estos elementos bien evidentemente se activan no sólo por la influencia de
Hercólubus, incluso si está todavía invisible que, por la Llamada de María, que
por el encuentro del Cristo.
Así como dije, no habrá propiamente hablando de sentimiento de pérdida o de
duelo, habrá simplemente una Evidencia y una facilidad que se hará luz sin que
tengáis la menor referencia del tiempo transcurrido de cualquier forma, o de
cualquier mundo. Allí está el Juramento y la Promesa, allí está la vuelta en la
Libertad verdadera, que no depende más entonces de este mundo, exceptuado por
supuesto durante 132 días para aquellos que tienen que vivir lo que decidieron
vivir.
Que tengáis el cuerpo físico o no, esto no cambiará nada, simplemente vuestro
emplazamiento no será el mismo. La alquimia será realizada, el Fuego Ígneo
reemplazará el fuego vital, acompañado permanentemente por el Fuego
vibral.
Todos los procesos llamados místicos, que esto sea la bilocación, la
levitación, el habla en lenguas, todos los carismas posibles serán no sólo
accesibles y manifestados. Tanto si sois convidados, que esto sea por los
hermanos Vegalianos, por los pueblos de la naturaleza, en el seno de los
Círculos de Fuego, todo esto está ya actualizado sobre los planos más próximos
a la Tierra. Esto os aparecerá, si fuera necesario, durante los mecanismos de
estasis, antes de su final, y luego si os quedáis en esta atmósfera de este
mundo de 5ª dimensión durante los 132 días, os aparecerá como la única verdad.
Guardaréis, por cierto, mientras conserváis el cuerpo físico (si lo conserváis), una apariencia
humana, pero también, en cierto modo, regenerada. El cuerpo, si existe, será
bio-luminiscente, un poco como en la Resurrección del Cristo, cuando éste pidió
que no se lo tocara, porque aún no se había reunido con su Padre.
Es por eso que numerosos de entre vosotros estarán en lugares específicos en
ese momento, y otros deberán redefinir, si puedo decir, lo que se ha realizado,
a fin de que la conciencia, tome conciencia de lo que ha pasado y
ocurrido.
Las condiciones ideales de la vivencia de la Resurrección son ahora adecuadas.
No tenéis nada, como dije, a preparar, a anticipar, si no es, como se ha sido
dicho, también por el Cristo, de tener vuestra Casa limpia, de estar disponible
a la acción de la Luz, a la acción de la Eternidad, al Bautismo del Espíritu
previo a vuestra Resurrección. Puedo, sin adelantarme, cualquiera sea lo que
todavía tengáis que atravesar, decir que las etapas las más complejas, más difíciles,
están a su conclusión, si todavía no está aún acabado para vosotros.
La Obra alquímica no necesitará como antes, cuando los alquimistas, incluido
yo, trabajaban, no había necesidad de ver y de organizar esta alquimia más que
en el cuerpo, y otra parte que en la conciencia. Esto no permite otras
circunstancias previas que las que están ya presentes. Cualquiera que sea
vuestro sentimiento de no estar listo, de haber llegado o de no vivir nada,
siempre se ha sido dicho que la Liberación era colectiva y que cualquiera que
sea la Ascensión de la Tierra, vuestra Liberación es de todos modos
obligatoria.
El mecanismo de la Ascensión, incluso si en realidad no todo el mundo asciende
- pero todo el mundo está Liberado -, es exactamente lo mismo cualquiera que
sea vuestro destino. Las primeras primicias que aparecen recientemente, yo
diría desde el período de Pascua de este año, os pueden dar unas sensaciones
particulares que podéis llamar de levitación, pero que sólo es en realidad la
repetición, si lo vivís, de vuestra Ascensión y de los mecanismos de estasis
durante la Llamada de María. La impresión de flotar, la impresión de que los
sentidos se modifican, en un sentido o en el otro, participan en los últimos
mecanismos de ajustamiento que muchos comienzan a vivir, y que preceden la
Llamada de María.
Todo esto podría resumirse, independientemente de los detalles, simplemente
esto: no solamente el miedo o el Amor, pero sobretodo, todos los calificativos
que os son comunicados en este momento.
… Silencio…
El Amor no podrá ser coloreado más por una historia o cualquier persona que
sea. El Amor será bruto, independiente de todo principio y de todo fin,
independiente de toda forma, por supuesto de toda condición, y también de toda
capacidad a ser otra cosa que el Amor mismo. Es eso lo que realizará el
Juramento y la Promesa. Algunos, por supuesto, esperarán - por su camino si
puedo decir – el asa-planeta final para vivir la Liberación y la Ascensión.
Pero tengan lo que tengan a vivir durante este período intermedio de los 132
días, el recuerdo, y la marca, de lo que va a celebrarse durante la estasis
será tal que no podrá haber en ese momento, la menor resistencia o el menor
rechazo.
Dejareis entonces los mundos de la muerte para volver a los mundos de la Vida,
vosotros-mismos en vida, portadores de la verdadera Vida, en Cristo, en Hijo
Ardiente del Sol. Cualquiera que sea vuestra Fuente, cualesquiera que sean
vuestros elementos constitutivos, cualquiera que sea vuestro origen, habrá la
misma Llama, el mismo Amor y la misma Libertad.
En resumen, esta alquimia final no es una Obra, como esto os ha sido
explicitado, es una Libertad, es una Liberación, es una Evidencia de que es la
única Verdad. Que no depende de un trabajo, que no depende de una condición, que
no depende ni de la edad, ni de vuestra salud, ni de vuestro origen estelar,
que no depende de nada, conocido o desconocido.
… Silencio…
El Fuego Ígneo es la conjunción del Fuego vibral y Agua vibral, del Agua de
arriba como esto ha sido llamado, es la actualización en vosotros del andrógino
primordial en lo más íntimo de vuestra carne, en lo más íntimo de vuestra
conciencia.
No tenéis que recordar lo que dije, porque esto volverá naturalmente y sin
esfuerzo durante estos momentos, de la misma manera que incluso aquellos que
entre vosotros nunca han conocido o vivido lo que son las llaves Metatrónicas,
las reconocerán sin dificultad alguna.
Nadie puede equivocarse o engañarse, o engañar a quienquiera cuando la
integridad de la Luz de Amor está aquí. Esto debe simplemente animaros para
dejar evacuar todos los miedos residuales, todas las interrogaciones respeto a
vuestro devenir, vuestro origen, vuestros linajes; las inquietudes legítimas de
la persona concerniendo a sus allegados, como vuestro cuerpo, no tendrán más
curso. Tal vez ya lo sienten, o bien en forma de paz cada vez más grande, y en
los casos extremos donde la persona todavía resiste, podríais llamar esto
rendición, o resignación, pero que en definitiva no puede en ningún caso
alterar lo que se celebrará durante estos tres días y sus tres noches.
Incluso diría, de que no hay lugar a preocuparse, de lo que sea, y que la mejor
de las conductas es ciertamente hoy, diría, de daros gusto, no del placer del
ego, pero si del placer del Corazón.
Y no hay mejor modo de estar en esta Dicha que de aceptar incondicionalmente lo
que la Vida os presenta durante este período, y de quedarse en paz, en el
servicio, en la Devoción, en la oración, en la Alegría, en las experiencias
múltiples si lo deseáis, y de ir siempre hacia esta Ligereza. La Luz os lleva,
y os conducirá cada vez más cada día, y a marcha forzada si puedo decir, porque
no hay otra posibilidad y no hay más opciones – y que, además nunca las
hubo.
Es pues el tiempo, no del final, sino del verdadero encuentro con vosotros
mismos, que nunca será un fin. Lo que acaba es la Ilusión, lo que termina es lo
que nunca ha durado, de otro modo que, en los recuerdos, de otro modo que por
lo que ha sido edificado por las generaciones que se sucedieron sobre este
mundo, pero todo esto no tendrá más curso. Experimentareis realmente y
concretamente esta Libertad infinita.
… Silencio…
Retened simplemente que todo será, y ya es, muy fácil y muy simple. Sólo lo que
se está viendo en las zonas de la persona restante os puede decir lo que no es
real, porque evidentemente lo que queda de persona nunca se sentirá preparado
para vivirlo. Es pues vano desde ahora en adelante de querer preparar lo que
sea, hay únicamente a capitular, y hay únicamente que rendirse.
… Silencio…
Os queda a vivir cada minuto de vuestra vida en este mundo como si fuera la
última, con intensidad, con lucidez, con Benevolencia, con sencillez, y sobre
todo con Ligereza y Alegría. Todo el resto que podría manifestarse sólo viene
de lo que está muriendo y que no puede ser de ninguna ayuda. Entonces no creáis
nada de lo que os dice vuestra persona, dejad al Amor ser.
… Silencio…
Cuando os hemos dicho, unos y otros, que la Inteligencia de la Luz, hace que
cada cosa, cada persona, este en su justo lugar, no tenéis que convenceros, ni
de creerlo, sino de verificarlo dando prioridad a lo que está ahí, en el
Amor.
El emplazamiento del observador os permitió ver los diferentes puntos de vista,
estáis hoy en día completamente capacitados, cualesquiera que sean vuestras
vibraciones presentes o no, de ver esto. Y como sabéis, sólo vosotros-mismos
podéis dar el último paso, incluso si todas las condiciones están dadas,
sabiendo que el último paso se hará por si-mismo, en el momento en el que los
sonidos del cielo y de la Tierra, se harán audibles.
Os ha sido dicho que el Amor es Ligereza. Cualesquiera que sean las
circunstancias de vuestras vidas, de vuestro cuerpo, la Alegría y el Amor sólo
piden aparecer y borrar todo el resto. Esto no pide ni esfuerzo, ni trabajo, ni
perseverancia, hay únicamente a ser, más que nunca, aquí y ahora, y viviendo.
Entonces la Llamada de María os colmará de Gracia, de beatitud, de regocijo y
de Evidencia.
… Silencio…
Rindo gracias a vuestra Presencia, a vuestra escucha, y a vuestra
lectura.
… Silencio…
Y deposito a la puerta de vuestro Corazón, el Fuego Ígneo.
… Silencio…
Que la Gracia y el Amor os inunde y bendiga a siempre.
… Silencio…
Hasta la vista.
http://hallegadolaluz2.blogspot.com.es/2016/04/nicolas-flamel-el-fuego-igneo-cuadernos.html
SE RECOMIENDA LEER LOS MENSAJES EN EL SIGUIENTE ORDEN:
3. ”El Bien y El Mal” por S. R. LINK
10. PHILIPPE DE LYON
LINK