MARÍA Reina de los Cielos
Probablemente hoy, tenga la última oportunidad de
expresarme a vosotros, antes de Mi Llamada,
Soy María, Reina de
los Cielos y de la Gracia.
Mis queridos hijos,
vuelvo de nuevo con vosotros para daros una serie de elementos relativos al
período que estáis viviendo.
En primer lugar, todo
lo relacionado con las Radiaciones del Fuego Ígneo, vertidas a vuestro Corazón
y a cada punto de vuestro cuerpo durante quince días: ese Fuego Ígneo, como lo
estipulé, ha sido dirigido y trasmitido hasta vosotros, por las Estrellas, por
toda la Confederación y por algunos Arcángeles.
A partir de hoy, se
producirán varios cambios. Las Radiaciones del Fuego Ígneo, se volverán
globales, es decir, ya no necesitarán, para ser trasmitidas de ninguna
conciencia porque desde vuestro Corazón del Corazón os daréis cuenta que no
dependen de ningún horario, ni de ninguna Presencia exterior a lo que sois. Y
eso comenzará desde hoy y se cumplirá todos los días, en puntos y lugares
diferentes para cada uno de vosotros sin depender de ninguna circunstancia
exterior ni ninguna conexión, aunque fuese la más elevada dentro de las
dimensiones.
El Fuego Ígneo se
convierte así, en un Fuego espontáneo que abrasa vuestro pecho y os hará ver
los últimos elementos de este mundo que resisten, en vosotros como a vuestro
alrededor, a la Verdad que no es de este mundo.
El trabajo de
descubrimiento realizado por el Fuego Ígneo, os ha llevado inconscientemente, a
posicionaros dentro de vuestra persona y de vuestra vida, en diferentes
lugares; en el Corazón del Corazón donde no puede existir la más mínima
palabra, la más mínima afirmación o explicación porque realmente habéis tocado
la Verdad que os muestra toda la ilusión de este mundo al confirmaros también
por vuestra propia experiencia, que no sois de este mundo pero que estáis en
este mundo.
Ha habido una serie de
iluminaciones producidas por el Fuego Ígneo, como he dicho, de manera muy
inconsciente que os ha llevado a situaros fuera de todo juego, fuera de toda
escena de teatro o a situaros en este mundo en el que actuáis como persona.
…Silencio…
Desde ahora, las cosas
se aclararán y estarán cada vez más nítidas, para todos vosotros, por vuestro
propio Fuego Ígneo, lo que os permitirá, o bien mantener cualquier actividad
llamada “espiritual” dentro de este mundo, o por el contrario estar en la
Evidencia de la Alegría, de la Verdad que no es de este mundo y que por tanto
está respaldada por el Fuego del Corazón, por el Fuego Ígneo y por vuestra
inefable Presencia que no necesita ninguna reivindicación de vuestra persona
dentro de una historia.
Así pues, y de una
manera muy fácil y obvia, esto se hará cada vez más presente y podréis vivir la
Vacuidad, donde no existirá ninguna demanda procedente de vuestra persona o de
lo que pudierais llamar todavía, “espiritualidad”.
De ahí deriva la
Evidencia de la Alegría, de forma que aquellos que por el contrario persisten
en mantener cualquier juego, cualquier papel o cualquier función, se verán
afectados por lo inverso de la Alegría, es decir, por la exaltación, la
demanda, sobre todo, de la Verdad no encontrada y el mantenimiento dentro de
una forma de ilusión.
Suceda lo que suceda
en la pantalla de vuestra vida, no os preocupéis, la Ley de Gracia y la Ley del
Uno, vendrá a poner fin, en los próximos días, a todo atisbo de dualidad
todavía manifestada dentro de este mundo.
Esta nueva octava,
puede decirse, de la Radiación del Fuego Ígneo de vuestro propio Corazón, os
mostrará lo que todavía puede existir de ilusorio, en vuestros diversos
posicionamientos, en vuestras diferentes peticiones o, al contrario, asentaros
de manera definitiva en la Humildad y Simplicidad, donde solo se pedirá ser
esta Conciencia pura, refinada y tan dichosa que no necesitará de ningún apoyo
exterior, ni ninguna identificación. De esta manera se prepara en vosotros, de
manera definitiva, la resolución de los últimos elementos que tengáis que
evacuar, por la gracia de este Fuego Ígneo y no por ninguna voluntad personal.
Así pues, muchos
habéis vivido ya vuestra Resurrección. Esta Resurrección se traduce en una
calma como ninguna otra, donde el silencio sustituye a todas las palabras y
donde ningún desorden puede surgir de vuestra conciencia.
La Ley de los Hijos
del Uno, tal y como se presenta en vuestra conciencia y en vuestra Presencia,
os permitirá vivir la Evidencia de lo que sois, o bien os proyectará en las
dudas vinculadas, como percibiréis muy pronto, a las nociones de dualidad, del
bien y del mal que existen, os recuerdo, solo dentro de este confinamiento, de
esta ilusión, de lo efímero de vuestra Presencia en esta Tierra.
Por consiguiente, la
Gracia del Fuego Ígneo que nace de vuestro propio Corazón, os permitirá ver,
sin ninguna voluntad ni deseo, cómo se disuelve en vosotros así como a vuestro
alrededor, los últimos juegos, los últimos roles, y las últimas ilusiones para que
solo quede la conciencia pura que no reclama nada, que se ha encontrado a sí
misma y que no deja especio a ninguna duda o juego falsificado.
A partir de ahora,
todos vosotros sois libres y autónomos. Y depende de vosotros, de forma íntima
e individual, ver lo que está sucediendo: ya sea una historia dentro de este
mundo, ya sea una Felicidad que os trasporta a los dominios del Coro de los
Ángeles, donde nada puede ser más evidente que la desnudez de la Luz, sin
ninguna forma de este mundo y sin ninguna historia.
Probablemente hoy,
tenga la última oportunidad de expresarme a vosotros, antes de Mi Llamada,
surgiendo de vuestro Corazón guiado por los Signos celestes, pero eso ya lo
sabéis.
Lo que ha estado
sucediendo durante estos quince días, y lo que ocurrirá en días sucesivos, es
solo mostraros vuestra ubicación real que nada tiene que ver con este mundo,
pero que es precisamente la iluminación de vuestra Eternidad, de vuestra última
Presencia y, en definitiva, de la única Verdad que no está acompañada de
ninguna historia, de ningún escenario ni de ningún evento, si no es el Evento
final anunciado desde hace mucho tiempo por todos los profetas.
A vosotros os incumbe
comprobar por vosotros y en vosotros mismos, la estabilidad o inestabilidad de
vuestra Presencia. Mientras creáis que dependéis de una tarea, una función, un
rol o una vibración, no seréis completamente libres, porque todavía dependéis
de una historia y así os demostráis, aunque no lo veáis que estáis inscritos en
la dualidad de este mundo y no en la Unidad, donde no hay nada que reivindicar
dentro de este mundo.
Quiero que recordéis,
aunque los tiempos son muy diferentes, los testimonios que os
aportado mis Hermanas Estrellas encarnadas, cada una de ellas, en lo que os
mostraban, no la “negación” de este mundo, sino su “trascendencia”, tanto a
través de experiencias místicas auténticas, como por ejemplo la Vía de la
Infancia y de la Inocencia, donde no puede existir, en este “Fin de los
Tiempos” de esta dimensión, ninguna ilusión que pueda sostenerse, donde solo se
puede estar en la intimidad de vuestro Corazón, donde no hay lugar para la más
mínima vacilación o duda, ni para la menor reivindicación.
Es así cómo se
descubren las últimas trampas de este mundo relacionadas con la personalidad.
Tanto si lo llamáis “ego”, “Satán”, como si lo llamáis “Luz”, no importan la
Luz verdadera no puede llevaros más que al Silencio de vuestro Corazón,
mientras que la luz desviada todavía para muchos de vosotros, buscará a través
de mecanismos de visión o identificación dentro de ciertos roles, a que queráis
desempeñar un papel dentro de lo que se vive de manera natural, desde ahora, y
que ya no depende de nosotros o de la colectividad humana, lo que no ha sido el
caso en estas dos semanas transcurridas.
Así que, vengo hoy a
animaros a que depongáis todas las armas de vuestros combates, del tipo que
sean, para que os rindáis a la evidencia de vuestra infinita Presencia y a la
felicidad que resulta de ella. Este gozo, no necesita ningún escenario, ninguna
historia, ninguna prueba porque dicha prueba, es interior y no se corresponde
con ninguna circunstancia de este mundo. Es así cómo se muestra en vosotros la
Verdad de vuestra Presencia o la Verdad de la ilusión que estáis viviendo
todavía.
Por consiguiente, las
últimas Asignaciones vibrales que se os proporcionaron para que las
experimentarais de forma a veces intensa, tanto a través de cuestionamientos,
reclamaciones o denuncias de algún elemento de este mundo, os probará y
demostrará de forma inconfundible que no estáis todavía en la Verdad. La
Verdad, os recuerdo, es Evidencia y Simplicidad; no necesita escenario, no
necesita reivindicaciones de ningún tipo y de ninguna manera, porque eso se
vive en la intimidad del Corazón y no tiene que aportar ningún testimonio de la
ilusión de este mundo.
Entonces, como veréis,
el tiempo de los juegos y de las ilusiones, llega a su fin en todas las
interacciones personales y colectivas, demostrándoos que no se precisan
palabras, conceptos o pruebas porque la Evidencia de vuestro Corazón llega a
ser tal que todo lo demás no puede excluirse, discutirse o incluso explicarse.
Es así como el Fuego
Ígneo, independientemente de lo que ha provocado en vosotros, os ha dado, desde
hoy, la posibilidad de proceder a los ajustes finales que no dependen en
absoluto de vosotros, sino simplemente de vuestra capacidad para permanecer en
el Silencio y en la Evidencia de vuestra Presencia. Solo el que vive el Corazón
del Corazón puede comprenderé y saber, de momento, lo que digo porque eso, por
supuesto, es independiente de todo mecanismo energético, vibratorio o algo
anterior.
Recordad lo que os
hemos dicho siempre: “Los primeros serán los últimos”. Pero los últimos y los
primeros, hoy, son solo Uno para vivir la misma Verdad. Y, en el Corazón,
recordad que no hay ninguna demostración, ninguna explicación y una evidencia
tal, que lo demás no puede manifestarse.
Así pues, todos
vosotros, hacia vosotros mismos como en cualquier relación, en cualquier
comunión o Teofanía, como en todo Corazón del Corazón, como dentro de las Radiaciones
Ígneas, desde ahora espontáneas, solo podéis tener dos posturas: la del
sacrificio real que acompaña a vuestra Resurrección o la de mantener la ilusión
y la dualidad.
Debéis ser
conscientes, así como el comendador de los Ancianos os ha repetido en
innumerables ocasiones, de que todo está en vosotros y que todo lo que aparece
en la pantalla de este mundo es solo interacción, proyección y efímero. La
verdadera Eternidad no depende de ninguna historia, de ninguna postura, sino
simplemente de la Evidencia encontrada; no se necesitan palabras ni
explicaciones ni, incluso, la más mínima vibración porque la Alegría toma todo
el espacio; todo el espacio y todo el tiempo.
Así pues,
independientemente de lo que tengáis que hacer todavía en este mundo, como
persona, podréis ver con facilidad y obviedad que todo lo que está sucediendo,
e incluso los problemas relacionados con vuestra persona, solo los vivís
interiormente. No hay medias tintas y eso se volverá cada vez más sensible y
palpable. Entonces, cualesquiera que hayan sido los juegos de estas semanas de
Radiaciones del Fuego Ígneo, os invito hoy a todos vosotros, al Silencio
interior y esta felicidad que os han trasmitido mis Hermanas Estrellas, durante
los últimos encuentros en relación con los que se va a vivir y lo que se ha
vivido. Os remito también a todos los encuentros en los que Hermano K y Sri
Aurobindo, os han descrito con precisión lo que se debía hacer, las trampas más
importantes de la personalidad y lo que quedaba en vosotros como dualidad, como
oposición entre el bien y el mal.
La Luz auténtica y
verídica, que no es de este mundo pero que brilla a partir de ahora en este
mundo de manera cada vez más palpable, ofrece únicamente dos opciones:
permanecer dentro de la dualidad en cualquier combate, o permanecer en la
Felicidad eterna de vuestro Corazón donde nada puede venir a perturbar, engañar
o proyectaros a ninguna función.
De este modo, todo
puede resumirse en estas palabras, tanto en vosotros mismos como en cada
hermano o hermana, como en cada interacción dentro de este mundo, personalmente
o en la fraternidad del Corazón, hay dos posicionamientos posibles: la
Evidencia o el cuestionamiento, la Paz o la lucha, la Felicidad o la no
Felicidad. La intensidad que muchos de vosotros vivís se volverá tal, que no
podrá haber duda sobre vuestra ubicación, ofreciéndoos, no para juzgar ni para
condenar cualquier postura, sino para ajustaros y también podáis decir: “Padre,
en tus manos pongo mi Espíritu”, para vivir vuestra Resurrección, antes incluso
de mi Llamada.
Solo depende de
vosotros, no existe ninguna autoridad exterior… realmente, os lo hemos dicho y
os lo hemos pedido unos y otros, durante este período de 15 días que han
transcurrido, que estuvierais lo más posible en este estado del Corazón y en
esa Felicidad porque la Gracia del Fuego Ígneo y de la Luz, no requiere ninguna
intervención personal. De la misma forma que hoy, esta Gracia y este Fuego
Ígneo, no requiere de ninguna intervención celestial, desde nuestros Planos,
para que se realice en vosotros. Es en vosotros mismos donde tiene lugar el
último combate, entre el que mantiene todavía un juego, un rol, una función
dentro de este mundo y el que realmente ha aceptado su sacrificio total para
renacer dentro de la Alegría eterna.
No hay otras
posiciones posibles y cada vez habrá menos posibilidades, al emerger el Fuego
Ígneo espontáneo desde vuestro corazón y también desde el Cubo Metatrónico
desplegado en vuestra cabeza, así como los sonidos percibidos en vuestros
oídos. El sonido cristalino, captado por muchos de vosotros, será ahora
reemplazado por el Coro de los ángeles. Y viviendo el Coro de los Ángeles, no
hay sitio para la persona ni para la historia; encontraréis la Eternidad. No se
puede mantener un combate en el interior ni en el exterior, ni nada que
denunciar dentro de este mundo, porque cada cosa, cada ser, está exactamente en
su lugar.
Así que he venido a
invitaros, en nombre de la Luz, en nombre del Fuego Ígneo, a permanecer con
mayor frecuencia, según los mandatos de la Luz, en este Fuego Ígneo y en esta
Felicidad eterna que no depende de ninguna causa, de ninguna vibración y, sobre
todo, de ningún requisito. Esta es la única verdad, no hay otra y no habrá más
posibilidades de ser perturbado, engañado por vuestra persona o por cualquier
visión de este mundo. Eso corresponde a la conciencia desnuda. Y en esta
Conciencia desnuda, no puede haber la más mínima perturbación ni la menor duda.
Esta Paz, a nada parecido, se convertirá entonces, en cotidiana, desde el momento
en que no volváis a jugar ningún juego, en que no tratéis de demostrar nada
sino estando simplemente en la evidencia de vuestra Presencia, en el silencio
de las palabras, en el silencio de todo escenario, lo que os probará a vosotros
mismos que no puede haber más que un caos interior o la Felicidad. Y, repito,
que eso no depende más que de vosotros, de vosotros únicamente y de ningún
elemento exterior. Recordad que lo único que debéis reconocer es vuestro
Corazón.
Tened en cuenta que no
hay salvador ni liberador, sino simplemente la intensidad y la realidad de
vuestra Resurrección, cuyo único testimonio es la Felicidad que no tiene que
ser buscada de ninguna manera, sino que es el resultado de vuestra propia
desaparición de todo escenario como de toda reivindicación, en la historia que
sea. A partir de ahí, se desplegará vuestro
devenir, más allá de la Ascensión de la Tierra y de lo que fue llamado el “Asa
planeta final” de la Tierra; os corresponde a cada
uno de vosotros, a partir de ahora, la responsabilidad de estar en la Verdad o
de mantener cualquier tipo de escenario.
Por tanto, al
permanecer en el Silencio, al permanecer en este alineamiento en el Corazón del
Corazón, en ese estado de Resurrección, constataréis fácilmente por vosotros
mismos, que no puede haber el menor fallo ni el menor elemento opuesto a la
Verdad. Será muy diferente en los casos en que haya resistencias, simplemente
para iluminar las últimas trampas. Esas trampas no son más que las construidas
con vuestras creencias, por vuestras encarnaciones en este mundo. Tampoco
tenéis ninguna culpa que tener o mantener, sino simplemente liberaros de estas
últimas cargas, para ser libres. Mis Hermanas Estrellas os han mostrado y
explicado extensa y ampliamente, más allá de sus palabras, por la cualidad de
su Presencia durante sus intervenciones que no se pueden perseguir engaños o
mentiras.
El amor no es una
palabra vacía. El Amor no está en las palabras ni en las declaraciones de
ningún tipo, sino simplemente en la Evidencia de vuestro Corazón.
Esto es lo que tenía
que deciros, para los días que van a transcurrir, en los que solo debéis permanecer
en la Infinita Presencia, allí donde no hay nada que demostrar, nada que pedir;
allí donde no hay nada que comprender ni nada que contemplar. Estaréis
instalados, sea cual sea el día de mi Llamada, en vuestra Eternidad y nada
podrá engañaros ya venga de vosotros como de la pantalla de este mundo porque
permaneceréis en la Felicidad eterna.
El Fuego Ígneo también
evolucionará en vosotros, proporcionándoos cada vez más dulzura. Cualquiera que
sea la intensidad de este Fuego inextinguible que os consume continuamente,
solo lo tendréis en la cabeza y en el Corazón, sin otro objetivo que el de
desaparecer a este mundo y estableceros en la Eternidad.
Este mensaje tan
simple es el que iba a expresaros hoy.
Os atañe a cada uno de vosotros, porque es vuestra responsabilidad, ver dónde
os encontráis, en que postura estáis ubicados, que reivindicaciones mantenéis o
si estáis en la Evidencia del Silencio, porque desde el momento en que vivís
realmente el Corazón del Corazón más allá de toda creencia, de toda reivindicación,
os daréis cuenta que realmente las palabras no son más que coartadas, las
peticiones no son más que disfraces; el Corazón no requiere historias, aunque
se tomaran muchas antes de llegar a este punto de Resiliencia y Resurrección
Por tanto, el juego ha
terminado. Independientemente de la fecha de mi Llamada, que hoy ha sido
considerablemente disminuida como espacio, por la vivencia de vuestro Fuego
Ígneo, trasmitida por diferentes ámbitos de la Confederación Intergaláctica de
los Mundos Libres. Hoy, descubriréis la verdadera Libertad, la que no precisa
de ningún antes ni ningún después en un futuro, ni tampoco ninguna lucha del
tipo que sea. Y cada uno de vosotros, haya sido la que haya sido su vida
anterior, estáis perfectamente en condiciones de verlo, de iluminarlo desde el
interior porque es así como actúa desde ahora, el Fuego Ígneo.
No hay nada que
denunciar, no hay nada que aceptar, no hay nada más que permanecer en Silencio
y dejar actuar en vosotros al Fuego del Amor, para establecer su majestad, su
reino y eso no depende ni de mí, ni de la confederación Intergaláctica, ni de
ningún salvador, ni de ningún hermano o hermana. Es a través de lo que ocurrirá
en los próximos días, a cada uno de vosotros, como veréis cada vez con mayor
evidencia y certeza, si estáis todavía inscritos en una función a nivel
espiritual, o si aceptáis que no sois ningún rol, ninguna función y que en
realidad sois el Espíritu regenerado y resucitado de la pura Verdad, de la pura
Luz y de la pura Felicidad.
…Silencio…
Rindo gracia por
vuestra escucha, por vuestra lectura y por todo lo que va a suceder en vosotros
que os llevará a la Vacuidad definitiva o a la persistencia de un escenario;
depende únicamente de vosotros y de ninguna opinión externa, de ninguna
autoridad exterior.
El cara a cara último
llega a su fin, como habréis comprendido, y debéis resolverlo a solas. No debéis apoyaros en ningún elemento conocido. No
necesitáis confiar en ninguna historia, sea la que sea, para encontrar la
desnudez de la verdad y, sobre todo, como os anuncié, esta Felicidad absoluta y
total, no puede ser perturbada por nada.
Así pues, mis bien
amados, si entre los que estáis presentes, existe alguna pregunta, la
responderé simplemente antes de dejaros en vuestra Eternidad, a solas con
vuestro cara a cara.
No hay preguntas.
Entonces, solo puedo
deciros a todos vosotros: Ama y no hagas diferencias. Descúbrete y no permitas
que nadie te lleve a un lugar distinto de tu Corazón, allí donde no se precisan
las palabras, allí donde no se requiere ninguna demostración, allí donde no hay
necesidad de aclarar ningún símbolo, sino simplemente, mantener esta Verdad.
Permitidme, antes de
dejaros a solas, irradiar el Fuego Ígneo de mi Corazón a cada uno de vosotros,
aquí como en otros lugares. Eso será, de alguna manera, mi última palabra que
limita con el Silencio, allí donde no se necesita nada más. Allí está la
Felicidad; allí está el Amor que no es de este mundo. Allí está lo que sois
para que cada uno pueda decir dentro de su intimidad: “yo soy el Camino, la
Verdad y la Vida”.
…Silencio…
Que la Paz, la
Alegría, el Amor y la Felicidad, se revelen a vosotros.
…Silencio…
Y os digo: hasta
siempre en la Eternidad.
…Silencio…
Adiós.
…Silencio…
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ResponderEliminarGRACIAS MADRE POR TU INFINITO AMOR
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