MARÍA
Soy María, Reina de
los Cielos y de la Tierra. Mis queridos hijos, compartamos juntos, primero, un
instante de comunión y de Teofanía, en la Paz del Corazón.
…Silencio…
Que el Manto Azul de
la Gracia, recubra vuestros hombros.
Mi intervención es
continuación de la de Uriel. Él os ha animado a que
permanezcáis en vuestro Corazón en este período preciso; no se trata de una
cita con nosotros sino con vosotros mismos. Entre el equinoccio de otoño y la
fiesta de los Arcángeles, se reúnen una serie de condiciones, a nivel celestial
y terrestre que ocasionarán una gran afluencia de radiación procedente del
cielo y de la Tierra que vuestros instrumentos de medición podrán apreciar en
su justo valor y que, sobre todo, vuestro corazón podrá percibirlo en vuestro
interior.
En efecto, durante
este lapso de tiempo, muchos de vosotros encontraréis un mecanismo que podríais
denominar “expansión o ampliación de vuestra conciencia” y que os dará la
oportunidad, si lo deseáis, de vivir el corazón de forma más natural, de ver
algo o totalmente de lo que es la Eternidad en esta carne y en esta conciencia
ordinaria, limitada, donde estáis todavía.
Ciertamente, la
intensidad de la triple radiación -de la Fuente, de la radiación ultravioleta y
la radiación del Espíritu Santo de Sirius- se incrementará enormemente. Por
supuesto, el núcleo cristalino de la Tierra, en reacción y resonancia, ejercerá
un impulso intenso de Luz. Como os ha dicho el Arcángel Uriel,
independientemente de la fecha de mi Llamada -que nadie conoce-, este evento
tendrá lugar. Viene a ser una sucesión de radiaciones e impulsos que os
llamarán a todos, a cada uno de vosotros, a encontraros en el corazón con
prioridad.
La calidad de la
conciencia, en estos días, así como la calidad de las radiaciones de las que os
hablo, serán suficientemente importantes como para permitiros a muchos
(nosotros lo esperamos y lo anhelamos ardientemente) descubrir la verdad del
corazón, no en la cabeza, no en las ideas, sino en la vivencia íntima de
vuestro “cara a cara” entre lo efímero y lo Eterno. Como os ha manifestado el
Arcángel Uriel, no se requiere utilizar ni protocolo ni ritual, sino estar
presente en vosotros mismos con toda la inocencia, con toda espontaneidad y tal
vez atentos, o si preferís, como observadores de lo que suceda en vosotros.
La cima de este
proceso, por supuesto, se alcanzará el día de la fiesta de los Arcángeles, pero
para cada uno de vosotros, esta cima podrá producirse de forma individual en
cualquier día del período comprendido entre el equinoccio y la fiesta de los
Arcángeles. Esto volverá a ocurrir, no solo una vez sino en muchas ocasiones
que no puedo todavía precisar, pero esperad a ser llamados por vuestra Luz, por
vuestro corazón, a experimentar algo que posiblemente no hayáis vivido nunca,
pero que en un caso como en otro, vendrá a iluminaros el interior, más allá de
vuestra cabeza, de vuestro mental, de vuestra persona y os hará levantar más o
menos en totalidad, los últimos velos de la separación.
No habrá mejor
prueba, si me permitís decirlo, de la realidad y de la verdad del corazón hasta
mi Llamada. Sé, de hecho, que el Comendador durante su intervención a finales
de agosto, que tuvo el honor de llevar a cabo en mi lugar, os manifestó que no
habría más gracias hasta mi Llamada. El despliegue del escenario de la Tierra
nos permite esta oportunidad. Recordad que solo es cuestión de conectaros con
vosotros mismos, con vuestra eternidad, y como ya os han dicho, tanto la Fuente
como el Arcángel Uriel, acoger todo lo que se presente.
Repito que no
necesitáis prepararos porque no hay citas formales, solo hay momentos a lo
largo de vuestros días y vuestras noches que serán obviamente diferentes. No
puedo explicároslo, porque será profundamente diferente para cada uno de
vosotros, lo que se manifieste interiormente, pero la finalidad es exactamente
la misma: la de impulsar en vosotros la capacidad de dejar que emerja el
corazón, la Verdad y la Belleza, dentro de este mundo.
Podréis constatar
por vosotros mismos, además, las modificaciones que se producen tanto en la
Tierra como en el Sol, de forma fácil, a día de hoy, pero lo más importante no
es eso. Lo que importa realmente no son esos elementos no esperados o los que
ya habéis vivido, sino los resultados y los frutos que serán obtenidos y que
aparecerán con claridad los días en que los viváis y en los siguientes. De
hecho, se trata de manifestar el Amor -incondicionado e incondicional- de forma
más amplia, más perceptible y más visible.
No os sorprendáis,
sea cual sea el desarrollo de lo que os acaece que, repito, será diferente en
cada uno de vosotros, pero que el objetivo será el mismo: acercaros más a ese
“velad y orad” que consiste en estar de acuerdo con la eternidad de vuestro
corazón, de vuestra Presencia y de vuestro Amor.
…Silencio…
Eso será
suficientemente perceptible, aunque no comprensible, para observar, durante la
experiencia, durante esos impulsos, el cambio de vuestro punto de vista o el
emplazamiento de vuestra conciencia, llevándoos a algunos a descubrir al
observador o el testigo; a otros a descubrir lo que se mantiene sobre vuestra
conciencia; a otros finalmente, a vivir un sentimiento de ligereza, un soplo de
Amor. En otros casos, un cambio, que no puede especificarse más que esto,
pero que os hará prestar más atención a lo que sucede en la Eternidad a un
nivel más alto del que hayáis alcanzado hasta ahora.
Dondequiera que
estéis en la Tierra, tanto si estáis ocupados, si estás disponibles como si
estáis dormidos, no habrá ninguna diferencia; por eso no se requiere ninguna
preparación, no se necesitan reuniones, sino estar alerta sin preguntar nada,
sin esperar nada, solo atentos y vigilantes de los que sucede. Da lo mismo que
llaméis a eso, energía, vibración, conciencia, cuerpo, desarrollo de vuestra
vida. Lo importante, repito, no es la experiencia que vais a vivir o el cúmulo
de experiencias que serán vividas durante este lapso de tiempo -que culminará
el 29 de septiembre- sino demostraros a vosotros mismos, independientemente de
lo que hayáis vivido hasta ahora, una verdad más segura y más inmutable en
vuestra experiencia.
No necesitáis en
estos “cara a cara” íntimos entre vuestra eternidad y vuestro efímero, pedirnos
ayuda. Tanto por el Canal Marial como en el interior de vuestro corazón, debéis
estar solos frente a vosotros mismos, en vosotros mismos. Uriel es de alguna
manera, el que dirigirá todo lo que se desarrollará durante esta semana que, os
repito, será muy diferente para cada uno. No es cuestión de dar unas líneas
generales sino deciros simplemente que a posteriori y muy rápidamente, os
daréis cuenta de las diferencias sucesivas que se presenten.
Lo que se puede
decir es, simplemente, que los resultados esperados, no de la experiencia, sino
después, en los días siguientes, serán el de una mayor facilidad para estar en
Paz, una mayor facilidad para ser espontáneos y abandonaros a la Verdad. Sea
cual sea el lugar del que hayáis salido antes de esta fecha, observaréis a
continuación que la Alegría crecerá independientemente de los acontecimientos
de la Tierra, de mi Llamada o de la visibilidad de las señales celestes.
Ciertamente será cruzada una octava en esta revelación y en esta disolución que
se os ha presentado como que debe suceder, aunque no sabemos la fecha, en el
último trimestre del año 2017.
Cuidado de no hacer
de esto una certeza porque, como sabéis, nosotros nos vamos adaptando, tanto
vosotros como nosotros, a las circunstancias que encontramos. No obstante, es
la primera vez que nos parece que todos los requisitos previos están reunidos
para permitir finalmente esta especie de salto de conciencia. Esto, en
principio, no tiene nada que ver con mi Llamada; lo que sucederá tal vez
durante este período o más tarde, en este año, no tiene ninguna importancia,
porque como el Comendador os ha dicho, no sirve de nada buscar una fecha que ya
ha llegado. Está en vosotros, en vuestro corazón, no puede localizarse en un
calendario, sino que es la Llamada de la Luz, como jamás se ha producido, de
manera mucho más sensible incluso y para mayor número de seres, la que ha
podido producirse durante todos estos años, desde el descenso del Espíritu
Santo en 1984, en las Bodas Celestiales de 2009 o en las etapas siguientes.
No hay ninguna
urgencia para eso, como sabéis, solo debéis entrar en vosotros. Seguid lo que
vuestra vida os pide hacer y, al mismo tiempo, entrad en vosotros mismos, es
decir, estad vigilantes, atentos a lo que se produce. La expresión de lo que
suceda es muy variada, sin embargo, más allá de la experiencia y de lo que
tengáis que vivir, lo importante se sitúa precisamente después: ocurrirán
grandes cambios dentro de vosotros, que se manifestarán en vuestra forma de
actuar, de ver las cosas, pero más intensos todavía. Aunque haya sido intenso
en vosotros, lo será aún más; si eso no ha ocurrido todavía en vosotros, los
descubriréis entonces.
Por supuesto sabéis
que no puede afectaros de forma colectiva y total, pero aumentará
sensiblemente, la cantidad de mis hijos que serán tocados por la Gracia,
permitiendo de alguna manera suavizar los acontecimientos exteriores. Como ya
os habíamos anunciado y como lo veis, los Jinetes están en acción de forma cada
vez más formal y más evidente por todo el mundo, pero como veis, no está
concernida, de momento, toda la colectividad humana de la Tierra, sin embargo,
eso basta para sacudir las falsas certezas de lo efímero, pidiéndoos no que
reflexionéis, sino que os acojáis a la Alegría, no al miedo.
Se os ha repetido a
menudo que cuanto más abierto esté vuestro corazón, más viviréis vuestra
eternidad; cuanto más estéis en la Alegría, independientemente de la naturaleza
de los acontecimientos, dolorosos para el ego, que se produzcan en vuestra vida
como fuera de vuestra vida, a nivel planetario esta vez. Estad seguros que no
habrá nada doloroso, solo existirá la gran alegría al descubrir, un poco más si
no se ha hecho ya, lo que sois en verdad, más allá de toda búsqueda, de toda
intención, de toda voluntad y de todo deseo.
Por eso se ha
empleado la palabra “acoger”: acoger en Verdad y en Unidad. No tratéis de
comprender, de agarrar, de apropiaros de lo que suceda en vuestra vida, en el
interior de vosotros, sino estad atentos para que vuestra conciencia se dirija
sobre las experiencias, únicas o múltiples, que viviréis esta semana. Llegue lo
que llegue, en el plano exterior y visible, vinculado a vuestro entorno, a
vuestro país, a los Elementos, eso no tendrá ninguna importancia ante lo que os
sucederá a muchos en vuestra intimidad, en vuestra conciencia. Eso os conducirá
a distinguir entre lo que se desarrolla en el plano efímero -y que se vuelve
más y más colectivo- y lo que se está viviendo en el interior de vosotros, en
vuestra intimidad. Todo eso se os ha explicado y recordado ampliamente.
No hay nada que
creer, solo tenéis que ser objetivos y sinceros en todo lo relativo al interior
de vosotros en vuestra intimidad y también en lo que se observa en la pantalla
de este mundo relacionado no con la locura humana, sino sobre el despliegue de
los elementos, del quinto Elemento, es decir, el Éter, que os recuerdo, está
vinculado a la Puerta ER, pero también y sobre todo, al punto ER de la cabeza
que está vinculado con la Fuente de Cristal, al Vajra, a la
Eternidad, a vuestra supraconciencia, a la Joya.
Cuantos más os
sintáis, no listos, sino atentos o vigilantes, más oportunidad tendréis de
observar este fenómeno que estoy describiendo. Ciertamente, más allá de las
radiaciones que vienen del cosmos y de la Tierra, del núcleo cristalino, los
Elementos se ajustarán y se modificarán. Eso afecta tanto a la Tierra, como al
Agua, al Fuego y al Aire. No ignoréis, sin importar lo que digan los escépticos
y los que están en la negación, el aumento de las modificaciones relacionadas
con los Elementos y los Jinetes procedentes de todas partes, ya sea por el
agua, por el hielo, por los volcanes, por los vientos, por la misma tierra. Así
pues, constataréis un doble movimiento. Cualquiera que sea el tipo de evento de
vuestra región o de todo el planeta, existe la paradoja aparente entre la
Alegría que aumenta y esos eventos que pueden ser considerados, desde el punto
de vista de lo efímero, como algo totalmente anormal.
No olvidéis que
entráis de lleno, en la última etapa del Apocalipsis. Como os ha dicho el
Comendador y como os han dicho otros intervinientes a comienzos de este año,
todas las profecías de todos los tiempos a la que se vuelva la mirada o se
lean, os anuncian exactamente el mismo evento, pero simplemente como sabéis, el
objetivo no es el mismo para cada uno de vosotros, respetando así vuestra
libertad de elección, vuestra libertad de Luz y vuestra libertad de conciencia.
Eso no tiene nada que ver con el libre albedrío o con ninguna retribución; por
el contrario, se os ha dicho que es debido a vuestra herencia, a vuestra
naturaleza y a vuestra esencia.
Como veis, no se
trata solamente de “velar u orar” esperando algo, sino simplemente de vivir lo
que tenéis que vivir, tal vez, con más agudeza, más atención y más observación.
Eso no es un gran esfuerzo ya que esta semana podréis descubrir con anticipación
lo que se produce al nivel de las radiaciones emitidas por la Tierra como las
emitidas por el Sol o por los vientos solares y las radiaciones cósmicas.
…Silencio…
Mi Manto Azul de la
Gracia se instalará en vosotros. Es también vuestro Manto Azul de la Gracia; no
es de mi propiedad, es de cada uno de mis hijos, cualesquiera que sean y
dondequiera que vivan. Quizá quiera aclarar por qué me llamo “Reina de los
Cielos y de la Tierra”. Simplemente por mi primera exteriorización desde la
Fuente (el Comendador os ha hablado de una anomalía primaria, con un déficit
del Femenino Sagrado), yo era una de las primeras conciencias que podía
rectificar de manera inmediata, esta anomalía y llevo en mí esta huella, lo que
permite, durante eones y eones, ciclos y ciclos, detener esta anomalía
primaria. En ese sentido, soy la Reina de los Cielos y de la Tierra, pero no
veáis en eso ninguna superioridad sino una devoción inquebrantable, como toda
madre de la Tierra, hacia lo que ella lleva en su seno.
Así que puedo
deciros: “soy el Camino, la Verdad y la Vida”, como mi Hijo, pero, sin embargo,
soy la Madre Eterna que perdona todo y que acoge a todos porque sois carne de
mi carne en este mundo, y en el Cielo, sois de alguna manera, mis hijos. Pero
no veáis ninguna filiación, no veáis superioridad al nivel que sea, al
contrario, y Teresa o Gemma os lo han expresado suficientemente durante estos
años, porque quien es el más pequeño entre vosotros, aquí sobre la Tierra, es
el más grande en el Cielo. No podéis ser una referencia en este mundo y ser una
referencia en el Cielo. Mirad la vida de Teresa, mirad la vida de Gemma, mirad
mi vida cuando recibí a Cristo. Esta vida era insignificante, estaba en el
secreto y en la intimidad de mi corazón. Yo no estaba en representación, no
buscaba ningún poder, ninguna ascendencia, ningún liderazgo, no obstante, la
verdad de mi encarnación viene directamente de esta anomalía primeria.
Os he dado, hace
poco tiempo, una oración especial. Esta oración puede sosteneros, no durante el
período que debéis estar atentos, sino antes o después, porque os conectará a
mi Presencia de una manera más evidente y más agradable todavía, os hará
descubrir, más allá de toda función histórica, mi emplazamiento y la verdad de
lo que mis hermanas y yo, no las Estrellas, sino madres genetistas, hemos
permitido, mucho antes del confinamiento de la Tierra, al nivel de los juegos
de la conciencia libre. Estos juegos de la conciencia libre, estaban marcados
por la inocencia, el fervor del corazón, donde nada podía ser sufrimiento, nada
podía estar limitado, independientemente de la dimensión. Por supuesto, no lo
he hecho para sacar ningún beneficio sino una gran responsabilidad en relación
con cada uno de mis hijos. Me hayan reconocido o no.
Acordaos que una
madre protege a su hijo, pero en un momento dado ella le devuelve en cierto
modo su libertad, porque el niño se ha hecho un adulto. A vosotros, os pido
volver a ser como niños con el fin de volver a ser unos adultos en la
eternidad, es decir autónomos y libres. Ahí está mi responsabilidad que asumo
desde tiempos inmemoriales, incluso antes de ser María en esta tierra, mucho
antes.
Me permito hoy ser
mucho más íntima con vosotros porque estoy en vosotros, porque sois la carne de
mi carne, que lo queráis o no, y porque nuestra proximidad ahora es tal que
esta familiaridad es cada vez más evidente para cada uno de vosotros, que sea
de manera intuitiva, sin haberlo vivido, o entonces porque tal vez lo habéis
vivido a nivel de vuestro corazón; esto no hace ninguna diferencia. No
reivindico nada más para cada uno de mis hijos que su libertad y su autonomía,
que es la restitución a su belleza y a esta Verdad. Éstas son algunas
precisiones que tal vez os gusten pero que, en todo caso para mí, era esencial
decíroslo ahora.
No busquéis
representarme, sea cual sea la forma que haya tomado presentándome a vosotros
si habéis tenido la oportunidad, más allá de la percepción de mi Presencia y de
mi corazón, de verme de un modo u otro. No me limitéis a una forma, ni siquiera
a la histórica, aunque para vosotros esto represente un apoyo. Y acordaos
también que puedo proteger a cada uno de mis hijos pero que no puedo extraerlo,
para devolverlo a su libertad; sólo vosotros podéis hacerlo. Gracias a las
Teofanías, que hayan sido muy efímeras o permanentes para vosotros, habéis
crecido en autonomía, habéis crecido en libertad. Sean cuales sean las
angustias de vuestro cuerpo o de vuestra vida efímera, ha crecido de todos
modos en vosotros, haciendo que nazca, no la espera ni la esperanza, sino
haciendo que nazca la Verdad.
…Silencio…
Cada uno de
vosotros, a su manera, como se ha dicho, está en su justo sitio; aunque este
sitio os pueda parecer inconfortable, aunque haya unos chirridos de dientes,
unas perturbaciones o unas grandes alegrías, no cambia nada porque la finalidad
es exactamente la misma para todos. Todo esto sólo es transitorio y temporal, y
sólo está ligado a las mejores circunstancias para cada uno de vosotros,
tenedlo por seguro, para vivir la Libertad. Aunque una enfermedad os confine, o
una separación os límite, id más allá de la tristeza del instante, del
sufrimiento del instante, y veréis que no podía haber un mejor elemento para
ser libres y autónomos, para crecer, porque en el Cielo, os lo dije, siempre estaré
ahí también, pero seréis autónomos y libres. Que seáis absolutos, que estéis en
vuestro mundo de origen, sea cual sea vuestro camino, si decidís tomar un
camino, siempre estaré ahí, en la dimensión o en el mundo o en la forma que
sea, aunque sea de un modo diferente. Pero esto será para dentro de unos
instantes, no es para ahora mismo, aunque estos instantes se aproximen, y están
muy próximos a vosotros como a nosotros.
Por supuesto, las
Teofanías que tal vez habéis podido vivir siguen vigentes, aunque no haya
ninguna cita porque se vuelven cada vez más espontáneas, con más o menos
evidencia según lo que puede quedar de velo en relación al descubrimiento de
vuestro corazón eterno. Vuestro cuerpo de Êtreté está ahí, la totalidad de las
estructuras llamadas de transición (las Puertas, las Estrellas) están
instaladas; que las percibáis o no, no cambia nada. Cada uno de vosotros, a
partir de ahora, ha recuperado, por así decirlo, su cuerpo de Êtreté, aunque no
tengáis ninguna percepción ni ninguna sensación. Pues lo veis, todo está listo
para vuestra resurrección. Nadie conoce la fecha ni la hora, pero podemos
aseguraros simplemente que ahora es efectivo en el plano concreto de la
materia.
Acordaos que no hay
nada que proteger, no hay nada que salvar, no hay nada que anticipar. El «
velar y rezar » puede ser reemplazado por la simple vigilancia y la simple
atención de lo que sucede en vosotros, en cada instante, en muchas ocasiones,
ya a partir del equinoccio.
Tal y como os ha
dicho el Comendador, muchos acontecimientos felices ocurrirán entre el 1 de
octubre y el 31 de diciembre de este año 2017. Tal y como os dije también, hay
unas fuertes posibilidades ‒ sólo podemos hablar en términos de posibilidad,
aunque sea evidente que la finalidad ya se ha actualizado referente a la
ascensión de la Tierra y a su liberación colectiva. Sólo hay que poner en
sintonía y en sincronicidad los acontecimientos que ya han ocurrido en los
planos más elevados con respecto a este plano más denso de la Tierra, y
respecto a esto no controlamos el calendario, simplemente controlamos lo que va
a producirse a nivel cósmico y a nivel del núcleo cristalino de la Tierra que,
os lo recuerdo, el núcleo cristalino de la Tierra y el Sol ya han sido
liberados de su encierro.
Sólo quedaba llevar
a cabo, durante todos estos años (cuyo número nos era desconocido), desde el 28
de octubre de 2011, el anclaje de esta nueva realidad, para manifestarla, y
esto no dependía ni de nosotros ni de vosotros, ni siquiera de la Tierra, sino
simplemente del conjunto de lo que nombráis el sistema de control del mental
humano, las líneas de depredación, pero sobre todo del inconsciente colectivo y
de sus últimos remanentes que os mantienen todavía presos, de alguna manera, en
una forma y en una Ilusión.
Pero cada vez más de
entre vosotros, sean cuales sean sus proyecciones o sus deseos, viven esta
intensidad de Amor, aunque de momento el mental puede llevarles a edificar, a
construir unos guiones con un futuro que no existe, en el seno de esta
dimensión. No tiene ninguna importancia. Lo importante es vivir el corazón y no
prever lo que va a pasar, es reencontrar vuestra eternidad y no hacer… no
planificar ningún desarrollo. Bien evidentemente el Arcángel Anaël, hace más de
un año, tal y como lo ha vuelto a especificar el Comendador de los Ancianos, os
ha dado unos elementos acerca de unas referencias cronológicas en el desarrollo
de la Ascensión de la Tierra, Ascensión de la Tierra que, os le recuerdo, ha
empezado a principios de marzo, y ha alcanzado una nueva octava en el momento
de la instalación de las Teofanías, y que sobrepasará una última octava entre
el equinoccio de otoño y el 29 de septiembre.
Después de esta
fecha, muchos de vosotros constataréis, sea cual sea vuestra vida, sean cuales
sean vuestras pérdidas, sean cuales sean vuestros sufrimientos, sea cual sea el
estado de vuestro cuerpo o de vuestra conciencia ordinaria, constataréis algún
cambio, porque la verdad del corazón no podrá ser ocultada por mucho más
tiempo, incluso para los que estén en la negación o en la ira. Los
acontecimientos, interiores como exteriores, para muchos, no dejarán lugar a
ninguna duda o a ninguna interrogación sobre lo que se está viviendo, es decir
la Resurrección, el fin del sufrimiento, la eternidad de la Felicidad. Todo lo
demás os parecerá alejarse de vosotros, aunque estéis apegados a ello, sin que
podáis hacer gran cosa si no es acoger la Felicidad.
Es pues un gran
momento de liberación individual, como fue el caso cuando nació la Onda de
Vida, o incluso durante la instalación del Canal Marial, o durante la Corona
ascensional del corazón. Lo que está obrando, si esto os interesa, es la
conexión, no entre la cabeza y el corazón sino la fusión, a partir de ahora,
del Vajra o cuerpo de Eternidad (13º cuerpo) con vuestro corazón, una especie
de alquimia cuyos signos y percepciones serán diferentes según vuestro estado
del momento, pero en todo caso, esto conllevará un aligeramiento y una
felicidad sin igual. Aunque las Teofanías fueron importantes de vivir, una vez
más, es una nueva octava la que se presenta a vosotros.
Por supuesto podréis
constatar, en un primer momento, para vosotros como para los hermanos y las
hermanas que sin embargo están en el mismo estado y en la misma verdad, unas
fluctuaciones a veces sorprendentes. No os preocupéis y no os alarméis, éstas
no durarán, sólo serán unos reajustes que durarán tal vez unas horas o unos
días pero que se disiparán muy rápidamente.
…Silencio…
Después de esta
fecha, lo sabemos, veremos a cada vez más de mis hijos con una sonrisa,
portadores de esta Felicidad sin siquiera poder explicarlo, es la famosa
Felicidad sin objeto. Y esto es válido, por supuesto, no únicamente para
aquellos que han vivido una de las Coronas; incluso los que pensaban no vivir
nada hasta la fecha serán tocados de una manera u otra.
Una vez más, no
sirve de nada avisar a vuestros allegados porque hay un riesgo de que en lugar
de ser más atentos se vuelvan más resistentes. Si dais con mis palabras, escritas
u oídas, es que en primer lugar os conciernen, pero sobre todo no caigáis en el
error de anunciarlo a quien sea. O bien dais con mis palabras, y que de hecho
será dicho por más voces que la mía ‒ que no están en relación con la
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres sino que a unas
especificidades de ciertos mundos que son libres y que sin embargo pertenecen a
la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres ‒, es decir que
constataréis que muchos médiums, muchos intermediarios, por una vez, os dirán
la misma cosa, aunque las palabras sean diferentes. Pero lo más importante no
es el anuncio, como dije, y lo vuelvo a repetir, es lo que sucederá justo
después en vosotros, aunque las experiencias puedan ser muy fuertes.
Entonces os pido no
avisar a aquellos que no tienen que ser avisados, no sois vosotros quienes
decidís. Simplemente serán informados, de manera natural, los que deben serlo.
Y no son mis palabras las que les van a informar, sino su propia vivencia.
No os pongáis en la
espera o en la esperanza. También he especificado que muchos de vosotros,
incluso abiertos, no vivirían necesariamente unas cosas espectaculares, pero
constataréis sin embargo los efectos después, a través de vuestro
comportamiento, vuestra energía, vuestra mirada, vuestra amabilidad que se
expresará de manera espontánea, sin quererlo, sin ninguna decisión de vuestra
cabeza.
…Silencio…
Tampoco os oculto
que muchos elementos son difundidos, puedo decirlo, en exceso en la tierra,
haciéndoos creer, haciéndoos adheriros a la idea de que existe, en este período
de tiempo, un día exacto correspondiente a una descripción, también ella
exacta, en el Apocalipsis de San Juan. No os focalicéis en este día porque es
justo en el transcurso de ese día que el juego de la Oscuridad y de la Luz
corre el riesgo de ser perturbado. Es en este sentido que nosotros, los de la
Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, hemos decidido obrar entre
el 22 y el 29, por el hecho de las circunstancias cósmicas y terrestres, con el
fin de limitar la influencia de esta falsificación. Por supuesto, no quiere
decir que no vaya a pasar nada, al contrario, en esta fecha, pero no es
exactamente aquello en lo que pensáis. Pero lo viviremos rápidamente, dentro de
unos días.
Entonces por
supuesto, lo que os digo hoy debe de ser conocido por los que me escuchan, que
me leen, de manera rápida, al igual que lo dicho por el Arcángel Uriel, con el
fin de que los que deban estar al tanto lo estén, pero una vez más, no forcéis
nada. No impongáis nada, respetad la libertad de cada uno, es así como
respetáis a vuestros hermanos y a vuestras hermanas, a mis hijos, porque cada
uno debe vivir lo que le es propio. Os lo recuerdo, no tenéis todos la misma
realidad, ni siquiera el mismo camino ni el mismo destino, y sin embargo
participáis bien de un proceso colectivo que ha empezado, como dije, a
principios de este mes de marzo, que es la ascensión de la Tierra y la
liberación de la humanidad. Vuelvo a repetir que nunca dijimos que la Ascensión
concernía al conjunto de la humanidad, pero a la totalidad de la tierra, sí.
Es ahí donde se
encuentra alguna manipulación en relación con esta fecha situada en el período
que os di y que sólo atañe a un día. No os alarméis con nada, permaneced en la
benevolencia y en la acogida, en la simplicidad, dedicaos a vuestras
ocupaciones si las hay, pero tal vez con más claridad que de costumbre, con más
vigilancia, no esperando o temiendo algo sino estando disponibles.
…Silencio…
De hecho, durante
esta semana, tendréis ciertamente la oportunidad de oír o de leer algunas
intervenciones realizadas por mis hermanas Estrellas, que completarán lo que
ellas os dijeron con relación a su vivencia histórica, no acerca de la
preparación sino acerca del estado de vuestra conciencia en este período. Estad
listos para lo inesperado y lo imprevisto, estad listos para lo Desconocido, y
sobre todo estad listos para la Felicidad, todo lo demás sólo pasa.
Podréis, con
relación a lo que dijo el Arcángel Uriel y lo que acabo de decir, interrogar a
mis hermanas Estrellas que se prestarán, a partir de mañana, a explicaros, no
lo que va a pasar porque será profundamente diferente para cada uno, sino lo
que será observable después. Y veréis, sólo es cuestión de Felicidad, de
belleza, de Verdad, contrastando por supuesto con lo que todos nosotros hemos
vivido en este mundo: la muerte, la separación, las heridas, los sufrimientos,
pero también las alegrías de la vida.
…Silencio…
No olvidéis que
incluso durante esta semana, o a partir de ahora, si seguís con las Teofanías,
abriréis todavía más grandes las compuertas de vuestro corazón, y de la
Felicidad, y de la autonomía. Si tenéis la suerte y la posibilidad de sentirlas
y de vivirlas, no dudéis en hacerlo.
…Silencio…
Es también durante
esta semana, por el mismísimo hecho de las radiaciones solares y cósmicas, que
lo que fue preconizado por mi hermana Hildegarde de Bingen para el verano podrá
seguir haciéndose durante este período, facilitándoos en cierto modo la
integración de vuestra conciencia y las experiencias que tendréis que vivir: la
famosa agua solarizada. En cuanto al resto, vivid vuestra vida normalmente, si
es posible sin dejaros alterar o perturbar por ningún acontecimiento exterior,
que sea en vuestro entorno más próximo como en otras partes en la tierra. Es
durante este período que la búsqueda del Reino de los cielos dentro de
vosotros, que no es ninguna búsqueda en el sentido espiritual, será la más
concluyente.
Entonces, mis hijos,
os lo repito, todo es alegría, todo es Felicidad. Sean cuales sean las
apariencias, sólo pasan; sean cuales sean los sufrimientos, sólo favorecen
vuestra Luz.
Sed vosotros mismos,
sed humildes. No habléis o no anunciéis nada esta semana a los que no están
listos, esto no cambiará nada. Si unos hermanos y unas hermanas deben de ser
informados, lo serán, como dije, también por otras voces que la mía. Respetad
la libertad de cada uno de vivir lo que tiene que vivir porque no conocéis y no
sabéis lo que hay detrás de todas las apariencias, aunque seáis liberados
vivientes.
…Silencio…
De hecho, podréis
también constatar por vosotros mismos, independientemente de lo que viváis
durante esa semana, que es perfectamente sincrónico con lo que ocurre con
respecto a las radiaciones cósmicas, solares y terrestres, pero también con la
actividad de los Elementos.
No os preocupéis por
la locura humana, ella pasará. No os preocupéis por los que están en la
negación, en la ira, o los que estén inmersos en su religión y a la espera de
un mesías o de algo. Lo esperan en el exterior. No hay nada que esperar al
exterior de este mundo, sólo hay que reencontraros, y reencontrar la Libertad.
Muchos de vosotros
que estén todavía muy apegados a la vida en el seno de este mundo, habiendo
despertado, constatarán que su apego es de hecho sólo un miedo a la muerte,
porque no hay ninguna comparación posible, incluso para un despierto, entre una
vida armoniosa y llena en este mundo, y la verdad de la Libertad. Aunque viváis
unas cosas extraordinarias en este mundo, no representan nada en relación a la
Verdad, pero dejad que cada uno viva lo que tiene que vivir, no interfiráis por
medio de las palabras sino estad simplemente presentes, es así cómo ayudáis, ya
se ha dicho, creo.
…Silencio…
Mis hijos, son las
palabras que quería deciros. No me quedaré mucho más tiempo con el fin de que
el mensaje sea corto y no se sobrecargue demasiado. Algunos de vosotros, por
supuesto, tienen curiosidad de más elementos; os serán dados por algunas de mis
hermanas Estrellas, no os preocupéis por ello. Sed vigilantes, observad, sed
ligeros, no rechacéis nada, no impongáis nada a nadie. Aceptar todo lo que la
Vida os proponga no quiere decir someteros a una enfermedad o a un sufrimiento,
sino que quiere decir simplemente, como fue ampliamente explicado, atravesarlo.
Es una oportunidad para vosotros el ver que no sois lo que sufre, que no sois
lo que se separa, que no sois « ni los hijos, ni los padres de », que todo esto
sólo es una mascarada que no tiene ningún peso ni ninguna sustancia con
relación a la Eternidad.
Efectivamente,
muchos acontecimientos por vivirse de manera individual durante esa semana
allanarán en cierto modo, para muchos de vosotros, muchas cosas, y el resultado
será una rectificación profunda de vuestro emplazamiento de conciencia. Veréis
claro, todo será más preciso en vosotros.
…Silencio…
Si no obstante, lo
que me sorprendería mucho, durante esa semana hubiese la necesidad de aportaros
más elementos, os serán prodigados, pero es mucho más probable que intervenga,
o que el Comendador de los Ancianos intervenga una semana después de este
período, no antes, porque debéis de estar a solas. Que estéis acompañados, que
hayáis descubierto que el conjunto de los mundos y nuestras Presencias están en
vosotros, debéis de situaros más allá de toda forma y de toda relación, que no
sea la relación con vosotros mismos. Sed espontáneos, sed verdaderos, os amo.
Seáis quienes seáis,
sea cual sea vuestro papel en este mundo, acordaos, sólo es un juego,
ciertamente a veces perverso pero al igual que el niño cuando juega, aunque
sufra jugando violentamente, lo olvida rápidamente. No es lo mismo por supuesto
con las relaciones y los traumatismos ligados, justamente, a la familia, pero
con los juegos entre niños, hay a veces, lo veis, una cierta forma de
violencia, a veces unas heridas, pero los niños saben muy bien que sólo es un
juego. De hecho, estos juegos no dejan ninguna huella en la edad adulta, al
contrario de lo que es afectivo, con relación a los adultos. No olvidéis que
sois vosotros quienes os volvéis adultos al haber encontrado la Vía de la
Infancia, es decir siendo autónomos y libres. Pues tenéis la misma
responsabilidad con respecto al conjunto de los niños que no son los vuestros.
Respetad sus juegos, más que nunca, amadles simplemente, sin querer nada y sin
desear nada, esto basta ampliamente.
Éstas son las
palabras que tenía que entregaros. No me quedaré más tiempo, con el fin de que
lo que dije sea rápidamente leído y rápidamente oído.
Soy María, Reina de
los Cielos y de la Tierra. En el corazón de cada uno, el mismo Amor. Os digo
hasta siempre.
…Silencio…
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