Los Elohim Tranquilidad y Pacífica
Elohim Tranquilidad
El Elohim de la Paz
El Elohim de la Paz, el Amado Tranquilidad también llamado Tranquilino,
junto a su Complemento Divino la Señora Pacífica o Paz, ayudaron a construir el
planeta Tierra. Ellos sirven en el Sexto Rayo y han desarrollado y sostenido la
cualidad de la Paz durante aeones, están deseosos de asistir a cada individuo y
al planeta mismo a tener Paz. Estos grandes Seres responderán cada llamado, y
envolverán a cada uno en la verdadera sustancia, radiación y poder de su Divino
son de Paz, para bendecir la familia, la comunidad, las naciones y el mundo. LA
PAZ ES UNA CUALIDAD ESENCIAL QUE CADA QUIÉN DEBE ATRAER A SU PROPIO MUNDO EN
ALGÚN MOMENTO, Y SOSTENERLA PARA QUE NUNCA JAMÁS PUEDA MOLESTARLE NADA INTERNO
O EXTERNO. ¡ESO ES MAESTRÍA!
Los Elohim Tranquilidad y Pacífica
El ELOHIM DE LA PAZ se conoce también como TRANQUILIDAD. Es el
Elohim del Sexto Rayo. La Paz es Su cualidad y actividad especial. Representa
la acción concentrada de la Paz para este sistema. La Paz es el poder
sostenedor de la forma manifiesta, y es muy esencial. La Ministración es
también Su acción. El color es rosa profundo y oro.
PACÍFICA es la encarnación de una gran Paz como lo implica Su
Nombre.
Mensaje del Elohim Tranquilidad
Algunos de ustedes ya saben que la evolución del Elohim es a través
del Reino Elemental. EL-E-MENTAL, significando MENTE DE DIOS. Cada uno de
Nosotros comenzó como pequeños seres Elementales perteneciendo a sistemas diferentes,
galaxias diferentes, en épocas diferentes.
Yo era Uno entre aquellos Elementales quienes siguieron el orden
exacto de Creación. Ustedes han visto la Luz
Elemental universal llenando la atmósfera, esos diminutos electrones
que parecen estar yendo a ningún lugar precisamente, moviéndose rápidamente
aquí y allá en la luz del sol. Comprendan, cuando uno es creado al principio
por Dios, existe una liberación completa justamente para disfrutarla uno mismo.
Hace mucho, mucho tiempo, yo fui uno de esos Elementales moviéndome rápidamente
aquí y allá en mi universo cuando quiera que lo sentía, uniéndome a algún rayo
de luz proyectado por algún ser de quien escasamente era conocedor. A veces,
cabalgaba sobre un gran rayo de aquella luz que estaba destinada a convertirse
en parte de una estrella o en parte de alguna otra creación divina preciosa.
No tenía responsabilidades ni tampoco obligaciones. Entonces,
repentinamente, un día llegó un sentimiento dentro de mí, de que yo quería ser
una parte consciente de la creación. Cuando esto toma lugar dentro de
cualquiera, significa que la actividad del Primer Rayo ha nacido dentro de
ellos, VOLUNTAD para HACER, así fue conmigo. Luego busqué a alguien que
supiera decirme precisamente qué hacer, y cuando hube encontrado a tal ser, se
me dijo que si me preocupaba de ir a cierto templo de la naturaleza, podría
aprender cómo construir formas, quizás una flor. Para hacer esto, junto con
otros de igual intención, tenía que aprender a sostener el
pensamiento-forma mostrado a nosotros sobre el altar del Deva presidiendo,
nuestro Instructor. Después de enrolarme yo mismo como un estudiante en
ese Templo de la Naturaleza, mi primera tarea fue construir una FLOR AMARILLA
de cinco pétalos, y ¡nunca lo olvidaré! Oh, debe haber habido un par de cientos
de nosotros en la clase, todos tan absolutamente irresponsables como yo mismo.
Podíamos oír la hermosa música fuera del Templo; el aire era tan precioso y
fresco; bellos seres de Luz pasando por la atmósfera, fuera de las ventanas y el
sostenimiento del patrón de esa flor se hacía muy monótono, puedo decírselos.
Sin embargo, el Deva justamente se paraba allí sobre el altar,
y desde Él mismo, exteriorizaba el patrón de esta flor que nosotros debíamos
aprender a crear. Él trataba de atraer la atención de
nuestros pensamientos y focalizarlos sobre esa flor. Pronto encontré
que sólo la Voluntad para Hacer no era suficiente; se deben seguir
los otros seis pasos de la creación para perfeccionar la
actividad. Entonces, de repente, llegó a mi mente la Percepción, y
pensé: Sí, esto es parte de la creación, y percibí, al menos lo que el
Deva quería que yo tratara de hacer. Hasta ese momento, sólo disfrutaba la
fragancia y color y la simetría de la flor, no sentía que quería hacer ninguna
cosa más que eso, acerca de esto. A medida que ese sentimiento de percepción
tomaba posesión dentro de mí, yo trataba conscientemente. Oh, pero esa primera
forma que intenté crear, era ciertamente distorsionada, era un poco cuadrada,
no tenía suficientes pétalos, tampoco tenía la fragancia correcta.
Adicionalmente, justamente, tan pronto como le quitaba mi atención, la forma se
iba; ahora bien, algunos en la clase todavía no estaban muy
concentrados en su atención y aún estaban revoloteando a su alrededor. Sin
embargo, a aquellos de nosotros a quienes realmente les importaba el asunto,
finalmente nos movimos hacia el frente del salón, más cerca al altar.
¡Bien! A medida que continuábamos absorbiendo la instrucción y
tratábamos una y otra vez, finalmente, un día la pequeña flor amarilla apareció
en mis manos, y ¡yo estaba muy feliz! Esta vez, tenía el número correcto de
pétalos, el color correcto y la fragancia correcta para mi flor, pero… ¡Dios
mío! Justamente cuando estaba a punto de presentársela al Deva, uno de los
Arcángeles pasó por la ventana y mi atención, siendo atraída por su
magnificente luz, abandonó a la flor por un instante. Cuando miré de vuelta a
mi mano, la flor se había ido. Justamente, falta de Concentración.
¿Comprenden?
Ahora bien, estos Devas no hablan en lo absoluto. Ellos dan toda su
instrucción a través de radiación, y nuestro Deva Instructor nos sugirió que si
queríamos crear esas flores conscientemente, podríamos aumentar la belleza y
perfección a alguna primavera en algún precioso planeta que el Elohim encargado
de ese planeta fuera a embellecer para la bendición de una evolución de almas
vivientes.
Cuando pensé en esto, el Amor por el esfuerzo nació en mí. Sentí
que quería hacer esa pequeña flor perfecta lo suficiente, con suficiente
fragancia, suficiente belleza y hacerla duradera lo suficiente como para
bendecir realmente alguna parte de vida.
Ese era el tercer aspecto de la Divinidad, AMOR. ¿Comprenden?
Luego me olvidé de mí mismo y de la distracción de aquellos que estarían
afuera, entonces realmente quise crear esa flor, y permanecí con
ésta. ¿Qué pasó luego? Recibí una tarea. Los Devas no asignan a
alguien la tarea de siquiera llegar a hacer una flor de manzana, hasta que
Ellos sepan que ustedes permanecerán con esa tarea suficiente tiempo como para
completarla.
En mi nueva tarea, pienso que había cerca de setecientos de
nosotros, dirigidos para adornar un árbol grande – (Entre paréntesis, la flor
amarilla que debía crear no crece en su tierra, tampoco tal árbol, quizás algún
día crecerá).
Aquí vino otra lección que no aprendí de una vez; nuestro
Instructor nos recordó que cuando fuéramos a ese planeta con el gran Deva del
Árbol a ser formado, veríamos toda clase de árboles diferentes. Él nos advirtió
vigilar y ver que nuestra flor individual a ser creada, no se convirtiera
justamente en aquello que viéramos en algún otro arbusto o árbol. Yo olvidé su
admonición, y ¡sí que lo hice! Vi flores rosadas, azules y blancas; para el
momento que estaba mirándolas enteramente a todas, no tenía nada definido de la
mía en mi mente, y por lo tanto, no tuve manifestación.
Entonces aprendí la cuarta lección: la PUREZA del sostenimiento del
patrón divino que me había sido dado en el comienzo.
Cuando finalmente regresamos al salón de clases en nuestro Templo de
la Naturaleza, ninguno de nosotros, quienes nos habíamos perdido afuera, de
ninguna manera estuvimos orgullosos de los logros. Vean, aquellos encargados
siempre preparan más Elementales que lo que Ellos saben serán necesarios para
una cierta creación y, por lo tanto, la creación fue terminada por aquellos que
podían hacer el trabajo.
Yo no me ofrecí como voluntario tan rápidamente para la próxima
experiencia, ¡puedo decírselos! Sin embargo, dentro de mí mismo, me decidí
a que sostendría el patrón de esa flor amarilla hasta que la hubiera
manifestado en perfección. Finalmente, ni siquiera tuve que ofrecerme como
voluntario. Mi Deva Instructor, con Misericordia, me dijo un
día: Correcto, puedes salir y tratar de nuevo. Esta vez, cerré mis ojos,
mi mente y atención a todo, sólo para convertirme en esa flor amarilla.
Sin embargo, quedaba aún más por recordar para
mí: CONSTANCIA, porque permitía que mis pétalos se cayeran antes de
que terminara la primavera. Tuve que aprender la quinta actividad de la
CONSTANCIA Y CONCENTRACION hasta que el Deva me llamara al hogar.
Debido a mi falta de constancia después de la caída prematura de
mis pétalos, me fui a casa un mes entero antes que los demás. Debo decirles que
no entré al Templo durante un buen rato. Caminaba arriba y abajo -afuera- pero
no entraba. Finalmente tuve que entrar -sepan eso-: donde quiera que
estén y lo que se ofrezcan para hacer como voluntarios, deben finalizarlo algún
día; es la misma cosa con la humanidad. Ellos pueden estar divirtiéndose tanto
tiempo como deseen y desperdiciar su tiempo, pero algún día deben finalizar su
curso, cumplir su Plan Divino.
Temprano, quizá, con sus pequeñeces a rastras, regresarán al
cumplimiento de su Plan Divino Original.
Cuando nos reunimos de nuevo delante del Deva en el Templo de la
Naturaleza, fui sentado atrás, lejos, en la última fila. Yo era pequeño de
estatura, y pensé que no sería demasiado visto fácilmente allí; pensando, yo
mismo me dije: -Nunca saldré de nuevo, sólo estaré aquí mismo. Sin
embargo, después se nos enseñó la lección del RITMO. Aquí aprendí que tenía que
sostener la Pureza de la forma, que tenía que permanecer en mi oficio
hasta que fuera liberado por el ser que me había enviado afuera. Eso era
Constancia. Luego, asombrosamente aprendí que tenía que salir cada primavera
-¡Dios Mío!- Pensé que yendo una y otra vez todas y cada una de las primaveras!
No intentaré decirles en cuantas primaveras me convertí en una Flor amarilla.
Haciéndolo una vez era una novedad; aún una docena de veces era divertido, pero
¡cada primavera! Me parecía como un trabajo largo, tedioso, continuo y severo.
OBEDIENCIA, Obediencia, Obediencia hasta el final.
El último paso que tuve que aprender en este proceso de creación,
fue el sostener la PAZ. La última vez que el Deva me dijo que iba a hacer
una flor amarilla de nuevo, ¡casi pierdo el curso entero! Comprendan. Mientras
tanto, otros de mis amigos ya habían llegado a ser hermosos árboles, arbustos y
otras creaciones preciosas, pero yo era todavía, una pequeña, diminuta flor amarilla.
Así que ven, que tuve que aprender a sostener la Paz, PAZ en la que
me convertí – presten atención – en un esquema futuro más distante; así que si
ustedes son una de esas pequeñas flores amarillas, aprendan a sostener su Paz,
y, quizás, algún día, serán un Sol de un sistema. ¡Quién sabe lo que el uso del
Libre albedrío de alguien puede hacer!
Por último, en mi viaje final, sólo SOLTÉ. Realmente solté. -Pensé-
“Si Dios lo desea, seré esta flor para la eternidad”. Ese fue mi último viaje.
Esa entrega absoluta me dio mi Liberación en ese momento.
Cuando regresé a mi Deva en el Templo de la Naturaleza, Él coronó
mi servicio de las edades -¡Edades, dije! – con la Victoria. Luego fui graduado
al Reino Dévico.
Durante largo, largo tiempo, serví y trabajé con eficacia
incrementándose, hasta que finalmente, tomé la iniciación del Elohim.
Posteriormente, se nos dio la oportunidad, por el llamado de los Amados Helios
y Vesta, para Aquellos que se ofrecieran como voluntarios, para construir para
Ellos este querido Planeta Tierra; Yo me uní voluntariamente a los otros seis
Elohims, a prestar ese servicio.
Créanme, lo Sé, Yo pienso que Era el pupilo más lento de todo el
grupo de Elementales con los cuales Me inicié. Pero una cosa aprendí: SÍ, nada
más que debía sostener mi Paz y morar en la Sabiduría de la Ley.
Les dejo con mis bendiciones; ¡Que todas sus
precipitaciones sean perfectas, sus flores hermosas, y todos sus esfuerzos
Divinos, exitosos en Su Nombre!
GRACIAS y Buenos días.
EL AMADO TRANQUILIDAD, EL ELOHIM DEL SEXTO RAYO.
Habla Elohim Pacífica, Complemento del Elohim Tranquilidad
… cuando ustedes pronuncian la palabra “Paz”, todo
el momentum del Cielo está listo para fluir de vuelta a ustedes, en
la medida de la intensidad de sus sentimientos.
… la Paz no es una cualidad pasiva. La Paz es Poder — la Paz es
Amor — la Paz está presente en todas partes, esperando por ustedes y por toda
la humanidad a que se zambullan en la Cisterna Cósmica.
… el Poderoso Señor Miguel ha dicho que Él les despejará el
camino a Casa, y eso no quiere sólo decir al destino particular de
ustedes, sino a su HOGAR permanente en los Ámbitos Internos, cuando les llegue
el tiempo de descartar su vestidura terrena.
Acepten las bendiciones, mis amados, de Nuestro Amado Señor del
Mundo, Gautama, de todos los miembros de la Jerarquía Espiritual, y de todos
los Gloriosos Soles, y sepan siempre que “YO SOY” su Humilde Servidora de Paz.
“Metafísica: 21 Lecciones Esenciales” Vol.2, por Werner Schroeder,
Serapis Bey Editores S.A. Panamá.
“La Ley de la Vida” Vol.2, A.D.K.Luk, Serapis Bey Editores S.A. Panamá
“La Ley de la Vida” Vol.2, A.D.K.Luk, Serapis Bey Editores S.A. Panamá
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