Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Niños bien amados, dignaos a acoger el Manto Azul de la Gracia y recibid mis bendiciones.
… Silencio…
Vengo después de mis hermanas Estrellas, Ma y Gemma, a completar lo que os ha sido dicho concerniendo a la Tri-Unidad del femenino sagrado. Mi presencia y mi acción pretenden estabilizar y apaciguar lo que deba serlo, en el proceso que describieron mis hermanas.
… Silencio…
En la hora en que muchos de entre vosotros, despiertos o todavía en el sueño, presienten la inminencia de la llegada del Cielo sobre la Tierra, hay, como lo comprobáis, una Paz cada vez más grande que está aquí – no en este mundo, desde luego - sino en lo más íntimo vuestro, y que es perceptible en vosotros.
Todo lo que se celebra en vosotros como todo lo que se celebra en vuestra vida, concurre a crecer, si puedo decir, en Paz y en Amor.
… Silencio…
Mis palabras también serán pocas en este día, porque no es más el tiempo de ser abrevados de palabras o de vibraciones, sino más bien de ser alimentados por vosotros mismos, por vuestra Eternidad que está aquí, por vuestra Presencia, por el conjunto de vuestros sentidos, como personas o más allá de toda persona. Es el tiempo de la evidencia de lo que ya se produce en vosotros.
Desde hace numerosos meses, como esto os ha sido explicado y desvelado, estamos en vosotros, y de manera visible al exterior para aquellos que todavía están separados de lo que son, estamos también, lo más cerca posible de vuestra dimensión, manteniéndonos preparados, como vosotros, para lo que está por vivirse.
Cada vez más, como lo comprobáis, para vosotros como para el conjunto de mis niños, dondequiera que estén, que me hayan reconocido o no, sólo queda el Amor o el miedo. El miedo sólo es, y aún más ahora de hecho, el resultante de la incertidumbre del Amor para vosotros. La Tri-Unidad del femenino sagrado pretende iluminar estos últimos miedos, que sean los del mundo, de vuestros cercanos, los vuestros o de las situaciones.
No olvidéis - y eso se ve y se vive - que la Inteligencia de la Luz está cada vez más activa, cada vez más presente, cada vez más manifiesta; incluso si para vosotros esto se traduce por el miedo, poco importa. No os detengáis, dejad eclosionar lo que quiere eclosionar en vosotros, porque lo que florece en este mundo, puede ser a veces doloroso, antes de la Salvación. Pero cualquier dolor que sea, no es nada delante de lo que llamará la amplitud y la intensidad del Amor.
Las túnicas de Luz, eternas, os cubren ahora con más facilidad cada vez, vuestra Eternidad se manifiesta cada vez más a vosotros, cualquiera que sea el resultado para vuestra persona, hasta que os reconozcáis realmente en lo que Sois, mucho más que toda apariencia o todo juego al cual todavía os adherís.
Así como mis hermanas os lo dijeron, no hay realmente una conducta particular, no hay técnica, no hay nada más que la rendición de todo lo que resiste, no luchando, no oponiéndoos, sino realmente capitulando a toda resistencia y oposiciones que no son vuestras. Lo mismo ocurre en la sociedad y en el mundo. Todo lo que está caduco y lo que no es verdadero, se desintegra bajo vuestros ojos con una intensidad cada día más grande. El miedo o el Amor, al grado de cada uno como a escala del mundo, es lo que vuestros ojos y vuestros sentidos observan en este momento.
Lo desconocido está a vuestras puertas, a la puerta de vuestro Corazón como a la puerta del mundo. Los reajustes necesarios se hacen por sí mismos, escapando en cierto modo a toda voluntad y a todo control, pudiendo dar a priori la impresión de caos. Pero este caos sólo es el nacimiento de vuestra Eternidad, la memoria que se despierta de lo que nunca pudo desaparecer, incluso si no lo veis, incluso si no lo percibís, incluso si no lo vivís todavía. Vuestros sueños, las modificaciones de vuestra misma persona lo traducen.
Puedo decir entonces que todo se adecúa, que todo se prepara, y todo está ya listo, todo está en orden. No existe ningún error, ninguna falta, ninguna confusión, excepto para lo que ya está muerto y que desaparece.
Muchos de entre vosotros están más que preparados para vivir mi Anuncio. Incluso aquellos de entre mis niños, que se oponían de manera tal vez más virulenta a lo ineluctable, dudan delante de la evidencia; incluso si todavía hay una negación o una cólera, incluso si tenéis la impresión de que se puede negociar, la aceptación colectiva está lista para ser desvelada y vivida.
Unos elementos precisos os fueron comunicados por los Arcángeles, por los Ancianos; yo misma intervine antes de Navidad. Vais a comprobar cada vez más a menudo que todo se resuelve en el silencio de vuestro Ser, en el silencio de vuestra persona.
No estáis más ni en la preparación, ni en los preparativos, como ha sido dicho por el Comendador, estáis en lo que llamó la actualización, es decir la precipitación de manera visible de todo lo que fue anunciado por los místicos y profetas en los siglos pasados. Todo esto se celebra bajo vuestros ojos, incluso si todavía lo negáis. Las señales abundan en cada rincón de este mundo.
Puedo decir que, para recuperar las expresiones del Comendador, la mariposa sale de la crisálida y saca sus alas para tomar su vuelo en la Eternidad. Hicisteis todo y nosotros hicimos todo, unos y otros, dondequiera que estemos, para que esto pase de la manera más fácil que sea. Siempre dijimos - y además lo vivís - que todo será retrasado, hasta el extremo límite, a fin de que el máximo de mis niños tenga la oportunidad de vivir, con toda tranquilidad lo que ya está aquí.
El Manto Azul de la Gracia, el Manto Azul de Mikaël, el conjunto de las estructuras vibrales, dejan lugar en cierto modo, a esta vacuidad que os puede desconcertar o a veces sorprender. Así como dijo Gemma, como nosotros todos lo hemos repetido, cada cosa está muy precisamente en su justo lugar, en función del respeto de la Libertad e incluso, para aquellos que así lo creen, al libre albedrío.
La Luz es Amor y el Amor se queda y permanece Amor incluso delante de lo que podría parecer a vuestros ojos, de ser terrible. Muchos de entre mis niños salen en cierto modo de la linealidad del tiempo y se maravillan de lo que viven, tanto en la naturaleza como entre ellos o en ellos mismos. La Gracia y los milagros son cada vez más abundantes.
Numerosos de entre vosotros, como dijo Gemma, perciben y sienten en ellos - que esto sea en sueños, que esto sea por premonición o sensaciones - la llegada de la señal celestial. Pero esto sólo es una apariencia, lo sabéis, que es un marcador para vosotros, pero que es mucho más que esto. Así como os lo dije, el conjunto de las circunstancias de los naves de la Confederación Intergaláctica, el conjunto de vuestras vidas y vuestros sistemas presentes sobre la tierra, están ya bañados, si puedo decir, en lo nuevo y la renovación. Sean indulgentes, con vosotros primero y con cada uno de mis niños.
El perdón, como ha sido dicho, es fundamental porque es el único modo, en lo que todavía pueda resistir, para ver la realidad de uno de mis niños que se opondría a otro niño pero que es vosotros. No os quedéis en las apariencias, no os quedéis en las reacciones que eran lógicas hasta ahora. De hecho, no adoptéis ningún punto de vista, ni el vuestro ni el de otro. Entrad en la evidencia, la Luz os llama, de manera a veces virulenta ahí también, pero todo lo que se celebra en este mundo como en cada uno de vosotros, es sólo la finalización de vuestra Liberación. Que tengáis un devenir o no en el seno de los Mundos Libres, en el seno de la Fuente, en el seno del Absoluto, esto no hace ninguna diferencia. No hay ni nadie a envidiar ni nada que temer. Más que nunca, y de manera flagrante ahora, todo está en vosotros.
El mejor acompañamiento sólo puede venir ahora de vosotros mismos, incluso si estamos aquí, incluso si estás aquí, porque vosotros mismos sois nosotros y sois la Luz. ¿Lo veis? No es más el tiempo de jugar los juegos de las apariencias, los juegos de la búsqueda. No es más el tiempo de comprender, sino que ya es hora de conocer, el interior. El requerimiento de la Luz os lleva a esto.
La llamada de los Arcángeles, en el orden que os ha sido dado y presentados por ellos mismos, prepara a su manera la Tri-Unidad del femenino sagrado. Aunque estéis preparados, aunque todo esté terminado y cumplido, quedan todos mis niños que están todavía dormidos, pero no temáis, porque cada uno de vosotros pasará por la Verdad, por el ojo de la aguja.
Si hay un consejo que puedo dar a mis niños que todavía tienen miedo o que podrían desesperarse por no vivir ciertos estados, os digo: «aliviaos». Aliviaos de lo que os choca, de lo que no tiene ninguna sustancia comparado con la Eternidad. A menudo mis hermanas Estrellas os dijeron, hace numerosos meses, de Amar y de Vivir.
Sé pertinentemente, tal vez, contrariamente a los Arcángeles que nunca pusieron los pies sobre esta tierra, lo que es de dar a luz, lo que es sufrir, pero conozco también la Eternidad, conozco la fe, lo viví. Lo que viví en el sentido de la historia incluso ilusoria de este mundo, a través de la separación con mi hijo, es en este sufrimiento terrible que os forjáis. Porque algunos de entre vosotros que están todavía dormidos necesitan de este fuego purificador y de este sufrimiento para ver más allá y superar todo lo que se padece en el conjunto de este mundo.
Algunos de entre vosotros descubren, más recientemente que otros, la Verdad. A veces con cólera, a veces con soltura. Así como también ha sido dicho, poned siempre, sin excepción alguna, el Amor por delante. Hacedlo lo mejor que podáis. Incluso si este amor está condicionado, ponedlo por delante a pesar de todo, esto siempre será mejor que nada.
Allí donde estáis es exactamente lo que os hace falta, no para vuestra persona, no para la satisfacción de vuestros placeres, de vuestros deseos, o la sedación de vuestros sufrimientos, sino que todo concurre para el establecimiento de la Verdad. Mi hijo lo había dicho, antes de su Regreso, que los tiempos serían abreviados - las tribulaciones - y cada día que pasa sin que nada sea todavía visible en vuestro cielo concurre a acortar los tiempos y a abreviar los sufrimientos para el período que se extenderá entre mi Llamada y la disolución final.
Experimentéis lo que experimentéis, viváis lo que viváis, la Vida Una, es mucho más importante que vuestras preocupaciones, que vuestras obligaciones, que vuestras esperanzas o dudas. Todo lo que se celebra en vuestra vida forja vuestra Eternidad, incluso si lo dudáis. No olvidéis, como os dijeron mis hermanas antes de mí, que el Amor borra toda duda y toda cólera. El Amor es el único bálsamo, y es ampliamente suficiente diría, para vivir lo que tenéis, tengáis lo que tengáis, que vivir.
Es realmente el tiempo de acoger y de recoger lo que llamaría los frutos de vuestra Eternidad en este mundo. Mi hijo os lo había dicho: « Ámense los unos a los otros » así como os ha amado, sin discriminación ni favoritismo, sin exclusión tampoco. Y decíos bien, hoy más que nunca, no podéis pretender encarnar el Amor que sois cuando rechazáis algo de vuestra vida o de lo que la vida os proponga. Id más allá de todo lo que pueda parecer oponerse, frenar, o bloquear lo que sois. Os recuerdo que la Luz y el Amor siempre serán simples. No necesitáis de ninguna explicación sobre vuestra vida en este mundo, o sobre vuestra persona en este mundo.
Sois los Hijos del Amor, porque toda Creación es el resultado del Amor, incluso aquí en este mundo. La Libertad que se os ofrece, sólo necesita que dejéis morir lo que no es Amor, sin rechazar nada, sin renegar de nada. Así que estad seguros de que si adoptáis estos preceptos, la Alegría será palpable y visible en toda cosa, como en cada uno de vosotros.
Todo está preparado, como dije, así que aprovechad cada minuto y cada aliento para estar todavía más en el seno de vuestra Eternidad, para estar todavía más en lo que el Amor os pide, sin esfuerzo, ni de comprensión, ni de actitud, ni de acción, porque incluso si no lo veis claramente, el Amor es evidencia y todo concurre, sin excepción, a vuestra Liberación. E incluso diría: sobre todo si os puede parecer, desde vuestro punto de vista personal, ir en contra de ello. No saquéis conclusiones precipitadas, no proyectéis ninguna interpretación. Decid « Sí » a la Vida, « Sí » al Amor, y « Sí » a la Luz. Este « Sí » no viene de vuestra persona, es un « Sí » que debe venir de lo hondo de vuestro Corazón. Aceptad de no siempre comprenderlo todo, y aceptad también de no siempre vivirlo todo, sobre todo si no vivís lo que os explicó mi hermana Gemma. Porque incluso para vosotros, esto se realizará en el último momento, cuando os
llamaré.
No olvidéis tampoco, diría yo, cada día que vivís, de estar en Luz antes de dormir. Ocupándoos de vuestros hijos, de vuestro trabajo, de vuestro esposo o esposa, tened un pensamiento de Amor, no para proyectarlo, sino mas bien para ser alumbrado desde el interior por vosotros-mismos. Porque el cuerpo inmortal está ahora lo más cerca posible a vosotros. Algunos de entre mis hijos están ya liberados, lo sabéis, durante diferentes ocasiones - cuando el nacimiento de la Onda de Vida, durante algunos encuentros entre vosotros - y otros todavía no lo están, no lo saben.
Sed indulgentes y buenos con todos ellos, intentando nunca hacer alguna diferencia o alguna distinción. En cierto modo, si puedo decirlo así, cultivad el Amor que sois, dejadlo florecer, sean cuales sean los esfuerzos para que florezca, sean cuales sean los sufrimientos a veces. Acordaos también, en cada circunstancia, lo que es esencial y lo que no lo es. Lo que no es esencial, es lo que pasa, lo que nunca dura, como una emoción, como unos pensamientos, como unos traumatismos, unos sufrimientos; inclinaos sobre la Alegría, inclinaos sobre la Verdad, no la que pensáis comprender o ver, sino la que se vive.
Sacad provecho de los lugares donde la Luz es omnipresente, en vuestro Corazón, en la naturaleza, hasta en las relaciones afectivas sean las que sean. Sean espontáneos. De hecho, lo observáis, para muchos de vosotros, que las cosas ocurren a menudo en cuanto las pensáis, sin emprender nada, que sea para un encuentro, que sea para un acontecimiento de la índole que sea. Debería demostraros que lo que está en acción no sois vosotros, sino la Inteligencia de la Luz y la acción de Gracia.
Sacad provecho de estos tiempos que tenéis para afinar cada vez más lo efímero y lo Eterno. No hay mejor manera de escapar de vuestra propia persona, de la influencia del tiempo, de la influencia de la sociedad, de la influencia de los condicionamientos ligados a los modos de vida. Lo dijimos de muchas maneras. Averiguadlo por vosotros-mismos.
Como también se dijo, sea lo que sea lo que la Vida os ofrece u os quite, no hay ninguna diferencia porque siempre habrá la Inteligencia de la Luz y la revelación del Amor que crece día tras día. Puedo deciros también: hacedlo lo mejor que podáis. No se os pide lo imposible, se os pide simplemente ser justos y claros con vosotros mismos, la iluminación de la Luz os ayuda a ello. Las resistencias que se muestren o que vuelven a manifestarse, os ayudan también a ello y a nada más. No hay ningún castigo, hay sólo el establecimiento total de lo que Es.
No os hablo siquiera de fe o de oración, os hablo de la evidencia de lo que está ahí. Así que, si la Gracia os inunda, rendid gracia a la Vida, rendid a vuestros enemigos, a las circunstancias dolorosas como a las felices. En definitiva, detrás de los velos de la persona qué queda, no hay ninguna diferencia. No olvidéis tampoco, como os dijo el Comendador hace casi un año, que todo lo que veis al exterior, todo lo que os parece externo, sólo puede ser visto porque está presente en vosotros. No hay culpables, no hay víctimas, sólo hay unas circunstancias que no siempre son vistas en su finalidad y en su belleza. Pero nada de lo que está oculto referente a vosotros, como referente a este mundo, no seguirá en la sombra, ni seguirá oculto. Es eso lo que se produce en vosotros.
Lo veis en la naturaleza, lo veis a través de los encuentros que vivís con los pueblos de la naturaleza, lo veis también con vuestras plantas que se transforman, lo veis en las nubes que ya no son iguales, lo veis y lo vivís con la radiación del Sol que no tiene nada que ver con lo que era, lo veis con los cambios que ocurren en vosotros como alrededor vuestro. Por supuesto, hay también muchos de mis hijos que parecen a priori hundirse en los meandros de la materialidad. No juzguéis, porque sólo expresan inconscientemente el miedo de la pérdida de sus ilusiones, de sus sueños.
Estad sin inquietudes porque todo es perfecto para cada uno de vosotros. Todo está ajustado, todo está en orden incluso en el desorden aparente. Id, pues, más allá de toda apariencia.
Entrad, como se dijo, cada vez más profundamente en vuestro Corazón del Corazón, ahí donde todo se celebra. Porque si esto se produce en vosotros, entonces comprobaréis que en definitiva nada se produce al exterior, sino la desagregación y la desaparición de lo que fue alterado.
Confiad, no en vuestra persona ni en nosotros, sino confiando en el Amor que sois. Aunque alguna vez no lo sintáis, o no lo creáis porque vuestra vida es difícil, no os quedéis allí. Porque si estáis realmente en el Corazón del Corazón, no tenéis nada a esperar, porque no hay ni pasado, ni presente, ni futuro, el tiempo ya no existe más para vosotros en estos casos.
Así y como mis hermanas antes que yo os dijeron, incluso las necesidades fisiológicas se modificarán todavía más. Acordaos que lo que fue anunciado por los profetas, aunque reducido en términos temporales, es ineluctable e irreversible. Habéis obrado por ello. En definitiva, los acontecimientos os invitan a veros sin juicio alguno, sin prejuicio alguno, porque es lo que habéis elegido, incluso y sobre todo, diría yo, si todavía no entendéis nada de lo que ocurre hoy.
No juzguéis. Acordaos, lo dijo también mi hijo, y muchos otros después de él: « Con el juicio con que juzguéis, os juzgaréis ». No hay ningún castigo. Incluso para aquellos que el Comendador llamaba los chicos malos, porque son también mis hijos - aunque no lo hayan visto. Han edificado alrededor suyo, unas paredes por culpa del miedo a lo desconocido, el miedo a faltar, la necesidad de controlar, de apropiarse.
Incluso ellos - y sobre todo ellos -, no los juzguéis. Porque sea cual sea vuestra Eternidad vivida, no estáis todavía liberados de esta carne, aunque seáis unos liberados vivientes, y todo lo que ahora se revela será todavía más evidente después de la estasis, después o durante mi Llamada. Porque hasta el acto más opuesto al Amor, que sea de un hombre, de una sociedad o de un grupo de hombres, sólo es una experiencia que está aconteciendo, permitiendo el nacimiento del Amor, pero no podréis verlo mientras no estéis liberados interiormente. Incluso eso no hay que juzgarlo.
Es por esto también que mis hermanas Estrellas, así como los Arcángeles y el Comendador, os hablaron de las virtudes del perdón durante este período, el perdón ante todo a vosotros mismos, el perdón ante todo a los que se oponen a vosotros, a los que están en la negación, a los que quieren perpetuar la ilusión.
Os volvéis heróicos, los héroes del Amor. No requiere de ningún esfuerzo, al contrario de los esfuerzos que se necesitan cuando resistís, aunque inconscientemente. Concibo que todavía para algunos de mis hijos - incluso para muchos -, el mundo de las emociones, el mundo del mental, el mundo de la ilusión, sean la única realidad que conozcan. Pero incluso en esto, no podrá haber ninguna incomprensión de nuestra parte, ni por ellos, llegado el momento.
No tengo más palabras que añadir. El Fuego del Cielo se une al Fuego de la Tierra y lo transmuta. Esta alquimia sucede en vosotros. Es vuestra Resurrección. Es vuestra Liberación; dejad que sea. La Tri-Unidad del femenino sagrado no tiene que ser llamada, al igual que la Tri-Unidad arcangélica, está allí en el momento en que soltáis - instantáneamente. No hace falta siquiera formular una petición, o rezar una oración, sólo hay que dejarla nacer en vosotros, para que aparezca en vuestro verbo, en vuestros ojos, en vuestros gestos, y en la realidad de vuestro perdón. Acordaos de que no hay ningún culpable, porque toda vida es Amor, incluso en este mundo - y sobre todo ahora.
Así que permitidme, aquí y allí donde estéis, de hacer silencio ahora y de comulgar en el Corazón de Cristo, en el Espíritu del Sol y en el Coro de los Ángeles.
…Silencio …
Quedemos así, en el infinito de la Verdad. Si me habéis escuchado o si me habéis leído, deteneos, quedaos tranquilos y acoged.
…Silencio …
Os dejo ahora en este Corazón del Corazón, en la Paz de la Eternidad, y permanezco en vosotros. Estéis donde estéis, quedaos así el tiempo que queráis y mientras el tiempo no exista. Alimentaos de ello, es lo que Sois. Y a cada uno os abrazo, el abrazo de una madre que os ama y que siempre perdona a su hijo, porque esta es la regla del Amor. Os amo a todos, sin condición, dondequiera que estéis.
…Silencio …
Id en paz.
…Silencio …
Estoy con vosotros por la Eternidad. Seáis quienes seáis, o quienes quiera que creáis ser, o en lo que os convirtáis, porque sois la Vida, sois la Verdad y sois la Vía.
Hasta pronto.
Para
recibir los mensajes en tu bandeja de correo suscríbete en http://isialada.blogspot.com.es/ y
http://isisalada2.blogspot.com.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario