HILDEGARD DE BINGEN
PARA TODOS DURANTE ESTE PERÍODO (JULIO / AGOSTO)
Hildegarde nos propone de manera colectiva, no los brebajes
habituales que mezclan especias y frutos, sino de utilizar, no cada día, ni
siquiera siempre a la misma hora, sino cuando nos parezca existir un fenómeno
de calentamiento, de dolores o de resistencias o de predisposiciones a la
actividad mental; de absorber un vaso de agua lo menos mineralizada posible,
que pondremos simplemente al sol por la mañana.
Es decir que conviene de solarizar un agua muy poca mineralizada
durante los primeros rayos del sol (durante 1 hora aprox.), los días en que sea
posible (ver más abajo las fases de la luna).
Este agua puede ser conservada (y solarizada) en un recipiente
de cristal. Bastará entonces, en el momento oportuno que habréis decidido, de
absorber: medio vaso o unos tragos o un vaso de agua.
Constataréis entonces con facilidad la desaparición del proceso
de calentamiento, de dolor, de resistencia o mental.
Esto, lo repito, no hay que hacerlo cada día, sino cuando sea
necesario.
Esos momentos son esencialmente: unos calentamientos físicos y
lo que nombráis inflamaciones, sean cuales sean las zonas del cuerpo, no para
tratar la inflamación, sino para resolver el conflicto en su origen. El
conflicto en su origen se sitúa siempre, como sabéis, a nivel mental y
emocional.
El agua solarizada, durante este particular período del año, lo
sabéis, tendrá unos efectos resolutivos, que sea a nivel del cuerpo, como a
nivel de las envolturas sutiles.
No es necesario, a priori, repetir las tomas para el mismo
deseo, para la misma causa: una toma es suficiente.
Este vaso de agua, esos tragos tomados con vuestra botella de
agua solarizada conservada y protegida de la luz, se tomará una vez para cada
indicación. Habrá que formular interiormente, la especificación de la acción
que queréis ver cumplida por este agua solarizada. Esto os permitirá atravesar
algunos elementos que tendréis que vivir durante estos meses de julio y agosto.
1/ El agua débilmente mineralizada es esencial. Solarizar con
los primeros rayos del sol de la mañana, si es posible, no es una obligación.
La solarización debe hacerse independientemente de los días de luna llena,
pues:
- o bien los días de luna nueva,
- o bien después de la luna nueva, es decir en el momento del
último cuarto de luna,
- o bien antes del fin del primer cuarto.
Y evitar el período de solarización entre el primer cuarto, la
luna llena y el segundo cuarto.
No obstante os es posible preparar esta agua solarizada en un
recipiente de cristal, conservarla en un recipiente de cristal, protegida de la
luz, el tiempo que sea necesario para consumirla.
2/ Esto pretende, os lo podéis imaginar, favorecer la
integración y la transmutación del Fuego Ígneo en el seno de vuestro cuerpo
físico, como en el seno del cuerpo de Eternidad,
facilitando en cierto modo, el ajuste de estos dos principios en vuestra forma.
Se puede utilizar el agua llamada agua de los Elfos, agua de las
fuentes Mariales, agua de fuente, tomadas en la naturaleza, no en ríos, sino
que en aguas subterráneas, fluyendo y emergiendo, que sea donde los Elfos o de
cualquier fuente que podéis encontrar; este agua puede ser mineralizada, no
molesta para nada. En cambio, en cuanto al agua que no habéis recogido de este
modo, es indispensable que sea la menos mineralizada posible para permitir la
estructuración del agua y la acción de este agua solarizada sobre vuestras
estructuras.
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